Eso sí, el martes ya se puede decir que hemos vuelto y es que después de un sueño reparador la productividad sube hasta 8,1 puntos los martes por la mañana la productividad subió hasta 8,1 puntos, la mejor puntuación de la semana, frente a los 7,9 puntos del mismo día por la tarde, y los miércoles por la mañana se alcanzó los 8,1 puntos, aunque bajó «algo» por la tarde, indica el informe. Después de cargar las pilas, la “energía” nos dura ese par de días y es que, a partir del jueves, la productividad va descendiendo paulatinamente, aunque con repuntes a lo largo de la mañana. El viernes por la mañana todavía estamos ahí (se mantiene la productividad en 7,8 puntos) pero por la tarde ya claudicamos bajando hasta un 7,3, con lo que se convierte en el día de la semana con mayor desfase entre ambos valores en la misma jornada.
Por edades, los lunes por la mañana son los más duros para los jóvenes de 18 a 25 años (6,4 puntos de productividad) así como los viernes por la tarde, con 7,1 puntos. Entre las personas de más de 40 años ocurre lo contrario y su productividad llega a los 8 puntos el lunes por la mañana, mientras que los viernes por la tarde también cae y se sitúa en 7,5 puntos. Es decir, a los jóvenes les sienta peor el fin de semana.
Los sábados y domingos son menos productivos que el resto de la semana, aunque el sábado mantiene valores similares al viernes en cuanto a productividad, pero el domingo cae hasta los 6,4 puntos.
Y por empresas, otra pequeña diferencia: en las pequeñas empresas (10 personas) el valor de productividad más bajo se sitúa en los lunes por la mañana, mientras que en las grandes empresas (más de 100 personas) la puntuación más baja fue para los viernes por la tarde.
Conclusión, nos va el fin de semana “largo” y, si hay algo importante mejor dejarlo para los días más productivos. Y en el contexto de la flexibilidad laboral se pueden apuntar estos días menos productivos para facilitarles la vida a los trabajadores.
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