Aunque en un primer momento parecía que la crisis económica derivada del coronavirus iba a ser corta, la lenta salida del confinamiento ha hecho que muchos expertos ya no confíen en una recuperación en forma de V. En España, la recesión va a ser particularmente virulenta, especialmente porque ha golpeado de forma severa a uno de los sectores que son motores de nuestra economía, como el turismo.
La Asociación de la Empresa Familiar de Madrid (ADEFAM), uno de los colectivos más castigados, creen que la recuperación de este tipo de empresas no vendrá hasta la segunda mitad de 2021, siempre teniendo en cuenta que habrá algunos sectores que sufrirán más que otros.
El objetivo de este tipo de empresas mantener el crecimiento económico, especialmente en un contexto de crisis, además de generar empleo y asegurar el bienestar en las regiones en las que operan. Asimismo, es importante apostar por la innovación para reforzar el valor de sus productos en un momento tan disruptivo como el que vivimos.
En cualquier caso, la experiencia de la COVID-19 debería servir a todas las empresas para aprender a los negocios deben ser más humanos. El altruismo actual que estamos observando debería servir para entender que existen otra manera de entender las relaciones globales de la cooperación.
Eso sí, habrá unos sectores que tendrán una situación más complicada que otras. Por ejemplo, en el sector de la automoción, y a pesar de que somos el segundo fabricante de coches de Europa, no disponemos de marca propia, y las empresas tenderán a nacionalizar la producción.