La ley de autónomos trajo consigo la posibilidad de cambiar la base de cotización hasta cuatro veces al año, en lugar de dos, tal y como estaba previsto antes del cambio normativo.
Una medida que debería servir para favorecer que el autónomo, en determinadas circunstancias, pudiese acceder a mejores coberturas por enfermedad profesional, riesgo por embarazo y lactancia o jubilación, entre otras muchas.
Hoy, 31 de marzo, finaliza el primer plazo para solicitar ese cambio de cotización, y los principales organismos de representación de los autónomos, entre los cuales destacan la Asociación de Trabajadores Autónomos (ATA) y la Unión de Profesionales y Trabajadores Autónomos (Upta), han mostrado posturas diferentes sobre la eficacia de esta medida.
Celia Ferrero, Secretaria general de ATA, está a a favor del cambio de cotización, argumentando que se trata de una medida ideal para que los autónomos puedan adaptar sus obligaciones tributarias a sus ingresos económicos. Si tienen opción de subirla, pueden hacerlo y disfrutar de mayores coberturas; en cambio, cuando las condiciones económicas no son tan buenas, es posible bajarla y llegar más desahogados a final de mes.
En el lado contrario se sitúa UPTA quien, en palabras de su portavoz, Eduardo Abad, se muestra más crítico con la medida, al considerar que la voluntariedad nunca ha funcionado en nuestro país y exigir al Ejecutivo un cambio en la legislación de la Seguridad Social para que los autónomos coticen en función de los ingresos. En cualquier caso, creen que la medida debería utilizar incentivos para que los autónomos se decidan a subir su base de cotización.
En cualquier caso, ambas asociaciones coinciden en que, para valorar la efectividad de esta medida, deberemos esperar, al menos, hasta el próximo trimestre, cuando ya se haya efectuado la segunda posibilidad del cambio de base de cotización.
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