Dicen que los trabajadores, con la crisis, faltan menos a sus puestos de trabajo por miedo a perder su empleo y no ser capaces de encontrar uno en un futuro próximo. Conforme el ciclo económico va mejorando y las expectativas y la confianza empresarial repunta, los empleados se confían más y el absentismo vuelve a ser un problema para las empresas.
Según el último informe que cada año presenta Adecco, esto es precisamente lo que está ocurriendo con las empresas españolas. Y es que la tasa de absentismo laboral ha repuntado por primera vez en seis años y se ha situado en el 4,4% en 2014, frente al 4,1% de 2013 debido, sobre todo, a que el conocido como efecto crisis ha agotado todo su potencial.
Según Adecco, además, existen diversos factores que explican un elevado absentismo laboral, como la protección salarial. Tras analizar los datos de absentismo de algunos países desarrollados, como Suiza, Dinamarca, Finlandia, Estonia, Australia, Canadá y Estados Unidos, se ha apuntado que el absentismo es mayor en aquellos países en los que la cobertura por enfermedad es más generosa.
En cualquier caso, el absentismo es un problema que cuesta más de 9.000 millones al año: unos costes directos de 4.768 millones de euros para la Seguridad Social en concepto de prestaciones económicas y de 4.503 millones de euros para las empresas que tienen que abonar la prestación económica los primeros días de baja.
El informe también refleja un enorme déficit estructural en flexibilidad laboral que incide directamente en el comportamiento, en muchas ocasiones irresponsable, de muchos trabajadores.
En Pymes y Autónomos | El absentismo en la nueva reforma laboral
Imagen | Prefeitura de Olinda