Uno de los mayores problemas a los que toda empresa debe enfrentarse es el absentismo laboral, definido como toda aquella ausencia o abandono del puesto de trabajo y de todos los deberes propios del mismo. Entre permisos retribuidos, como las vacaciones, ausencias por enfermedad, ausencias justificadas o ausencias no retribuidas, entre otras, la empresa tiene que asumir una serie de gastos de personal que no producen ningún valor añadido y que pueden acabar ocasionando pérdidas.
Para gestionar este problema de forma adecuada, conviene recoger datos, efectuar cálculos y presentados en el momento y forma adecuados en cada momento. Normalmente, la presentación de estos datos se realiza con índices para trabajar con datos homogéneos y comparables entre sí. Entre todos los métodos posibles, destacan dos: el índice de absentismo laboral y el factor de Bradford.
Índice de absentismo laboral
El índice de absentismo laboral (IAL) es el más fácil de calcular. Es el porcentaje entre el número de horas de ausencia de los empleados al puesto de trabajo y el número total de horas que se trabaja en una empresa. Matemáticamente:
IAL = ( Nº total horas de absentismo / Nº total horas trabajadas ) x 100
Cuanto mayor sea este índice, mayor deberá ser también el interés de la empresa por conocer cuál es la razón por la que se producen tantas bajas. En España, el IAL bajó en 2013 al 4,1%, reduciéndose en 0,6 puntos porcentuales con respecto a 2007, lo que se explica por un mayor miedo de los empleados a perder su puesto de trabajo con la crisis.
Factor de Bradford
El índice de rotación de personal nos habla del conjunto de los empleados pero no nos dice nada de quienes son los que más faltan a su puesto de trabajo. El factor de Bradford sirve para resolver este problema, ya que se encarga de detectar comportamientos repetitivos. Se calcula de la siguiente manera:
Factor de Bradford = n^2 x d
en donde n equivale al número de bajas por cada empleado durante un periodo y d la duración en días de las sumas de cada una de las bajas. Este indicador va más allá, ya que sirve para detectar al personal que destaca por la frecuencia de las bajas y por su duración, en lugar de centrarse en una u otra.
En líneas generales, estos son los indicadores más utilizados para medir el absentismo aunque no los únicos. Sea como fuere, es necesario que todas las empresas realicen un esfuerzo para tratar de identificar cuál es el comportamiento de sus empleados para tratar de llevar a cabo acciones correctoras con la mayor diligencia posible.
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