Invertir en energia solar, aumenta la imagen de la empresa, así como su compromiso hacia el medioambiente, fácil de instalar, relativamente poco mantenimiento y los ingresos que reporta son facilmente predecibles.
Financieramente hablando, para afrontar dicha inversión, no es necesario contar con un gran capital, dado que los principales bancos están realizando unos leasings a condiciones muy competitivas, llegando a aportar el 100% de la inversión en muchos casos. El plazo medio de amortización suele rondar los 10 años, y a partir de ahí se comienzan a recoger sustanciosas plusvalias, así como la adquisición de la propiedad de la instalación.
Por otro lado, las ventajas fiscales del leasing así como las subvenciones que están aportando algunas comunidades autónomas provocan que dicha inversión sea, si cabe, más sugerente todavia.
El principal incoveniente proviene el la complejidad de los trámites burocráticos para conseguir las oportunas autorizaciones, así como algunos obstáculos que imponen las compañias suministradoras a los establecimientos de los puntos de conexión.
Para aquellos que no saben muy bien como ampliar sus negocios les recomiendo que se informen en sus respectivas entidades financieras.