En su camino hacia la convergencia entre dispositivos Microsoft ha demostrado cómo podríamos trabajar sólo con el smartphone tanto en movilidad como cuando llegamos a la oficina y nos sentamos en nuestro puesto de trabajo. Para ello sólo tenemos que conectar una pantalla externa mediante el puerto microUSB y un teclado y ratón vía Bluetooth.
Dentro de nuestro teléfono con Windows Phone tenemos aplicaciones como Office, Skype, el nuevo navegador Edge, etc. Pero quizás nos faltan algunas de las que nos hacen utilizar un equipo de sobremesa o un portátil de forma habitual, las aplicaciones de gestión muchas veces desarrolladas a medida para nuestra empresa.
Tampoco es un concepto novedoso, ya que hace tiempo que Ubuntu presentó algo similar con Ubuntu Phone. Sin embargo, la escasa cuota de mercado en la empresa lo hicieron pasar desapercibido. No dudo que los smartphones de hoy en día tengan la potencia de cálculo necesarias para poder prescindir de un ordenador, pero están lejos de darnos la funcionalidad que nos aportan estos equipos, al menos mientras no cambiemos la forma de trabajar en la empresa.
El tránsito a las aplicaciones en la nube se ha producido de forma mucho más lenta de lo que sería previsible. Las empresas no están por la labor de pasarse al pago por uso, prefieren realizar inversiones que puedan amortizar durante muchos años de uso, sin importar en muchos casos si la versión del programa está obsoleta o supone una pequeña merma en su productividad respecto a las más recientes.
Esto por no hablar del acceso a la administración electrónica, donde cada día es más importante para los profesionales y las empresas. De todas formas, aquí si desarrollaran más alternativas como el PIN24h para acceder casi nos harían un favor para facilitar la identificación en la realización de los trámites telemáticos a los que muchas empresas están obligadas.
De todas formas el camino ya ha empezado a recorrerse y los próximos cinco años serán claves para ver si se confirman las expectativas, malas para los equipos de sobremesa, sobre la adopción de la nube y el uso cada vez más extendido de los smartphones para un mayor número de tareas. Cuestión aparte será tener en cuenta el precio del dispositivo y su vida útil, mucho más reducida en el caso de los teléfonos.
En Pymes y Autónomos | El smartphone, un activo infrautilizado en las empresas