Facturas, contabilidad, impuestos o reclamación de pagos. Todo el tiempo que las empresas dedican a la burocracia, es tiempo que no dedican a su negocio. Y esto, por supuesto, acaba afectando a la productividad, a las ventas y, en última instancia a las cuentas de resultados de las empresas.
Sage ha valorado el valor de las pérdidas en la pyme en más de 35.000 millones de euros al año, o lo que es lo mismo, unos 1.000 euros anuales por empresa. Una cifra que puede parecer residual para muchas grandes compañías pero que, sin embargo, suponen una cifra nada desdeñable cuando hablamos de pymes.
La pérdida es doble: por un lado, por la realización de tareas que podrían automatizarse (y, por tanto, resultar más baratas) y, por otro, por el coste de oportunidad de utilizar la fuerza de trabajo en tareas improductivas en lugar de dedicarlas a otras actividades que reporten un beneficio a la entidad.
Según el estudio, las tareas administrativas donde más dinero se pierde son la contabilidad del negocio y la generación de facturas, con un 15 y un 13% del tiempo dedicado a las tareas administrativas, respectivamente. Justo después se sitúan a escasa distancia la contabilidad impositiva (13,3%) y la gestión de pagos a proveedores o plantilla (12,9%).
En España se pierde más tiempo que en resto de Europa. Según el estudio publicado por SAGE, las pymes dedicaron 210 días al año en tareas administrativas, frente a los 120 días en los que se sitúa la media europea. Y en otros países como Reino Unido, Irlanda o Alemania que destinan, respectivamente, 71, 72 y 129 días al año a este tipo de labores.
Evidentemente, es un problema que se encuentra íntimamente relacionado con la transformación digital de las empresas. Cuanto menos automatizados estén los procesos, más tiempo se perderán en tareas administrativas. Por eso, SAGE insiste en la necesidad de digitalizar en la medida de lo posible los procesos empresariales.