En la coyuntura actual en la que ha disminuido notablemente los beneficios de las empresas y se ha estrechado el número de productos de inversión rentables, muchas de las empresas se encuentran tentadas a invertir en productos financieros complejos con el objetivo de incrementar sus rendimientos financieros.
Para tratar de captar la ateción de estas, son muchas las entidades que han diseñado productos que indizan sus rendimientos a la evolución futura de los índices de los principales mercados de valores así como algunas de las 'blue chips' más representativas, ofreciendo muy altas rentabilidades si se dan unas casuísticas demasiado concretas.
No olvidemos que en finanzas existe una máxima que reza que a mayor rentabilidad, mayor riesgo, y este fenómeno no es ninguna excepción. De tal modo, que muchas empresas comprometen su tesorería, que a corto plazo utilizarán para pagar nóminas, proveedores, impuestos, etcétera, no pudiendo exponer nuestros compromisos de pago futuros a la evolución de los mercados.
Como en el caso de un particular que invierte en productos arriesgados, una empresa solo puede hacerlo si el sobrante es alto y no tenemos grandes compromisos a corto ni a medio plazo, puesto que si no somos escrupulosos con esta regla, podemos distorsionar los flujos de caja de nuestro negocio, dinamitando nuestra solvencia y por extensión nuestro negocio. Por tanto, si no invertimos en productos de calidad, más vale tener el dinero 'muerto' en la cuenta corriente que jugárnosla al azar, que es lo que se ofrece en muchos de los casos.
En Pymes y Autónomos | Los rendimientos del capital y lo arriesgado de emprender en España Imagen | free-stock