En mayor o menor medida, todos tenemos claro cuáles son los requisitos que debemos cumplir para jubilarnos. Sin embargo, lo que no todo el mundo sabe es qué pensión les corresponderá. La cuestión es importante, porque de saberlo, muchos trabajadores, especialmente los autónomos, podrían elegir una base de cotización diferente.
Esta información se puede conocer a través de la base reguladora, un factor que se utiliza para determinar las prestaciones de la Seguridad Social, y no solo la pensión de la jubilación, sino las prestaciones por incapacidad permanente, las prestaciones por maternidad o paternidad o el desempleo, entre otras.
Su cálculo se basa en las bases de cotización que haya abonado el trabajador a lo largo de su vida laboral. Estas cuotas son pagadas tanto por los trabajadores como por las empresas y suponen uno de los principales ingresos de la Seguridad Social.
Normalmente, se calcula como la suma de todas las bases de cotización y se dividen entre los últimos meses que el trabajador haya cotizado. Cada prestación tiene su propia forma de cálculo.
En el caso concreto de la jubilación, para este cálculo se utilizan 22 años, o 264 meses, pero se irá incrementando de forma progresiva hasta llegar a los 25 años, o 350 meses en 2022. Eso sí, y dado que las prestaciones se abonan en 14 meses en lugar de 12, la suma de las bases de cotización se divide entre 306 meses en 2019.
Por ejemplo, una persona que cumpla los requisitos para jubilarse en 2019, y que haya cotizado por 1000 € en los últimos 22 años, tendrá una base reguladora de 862,74 euros, que se calcula de la siguiente forma:
Base reguladora = 1000 € x 264 meses / 306
Sin embargo, para el cálculo de la pensión de jubilación, a esta base reguladora hay que aplicar una serie de ajustes en función de los años cotizados por parte del trabajador en su vida laboral. Por ejemplo, 15 años cotizados dan derecho a cobrar el 50% de la base reguladora y 35 años y 6 meses dan derecho a cobrar el 100% de la base reguladora.
Image by Susanne Pälmer from Pixabay