Cuando nos disponemos a emprender un nuevo proyecto empresarial junto a un nuevo socio, hemos de colaborar con otros profesionales en la empresa en la que prestamos nuestros servicios, o cuando queremos exponer un cambio de estrategia en una empresa que ya está funcionando y en la que contamos con otros socios o colaboradores, nunca debemos mostrar todas nuestras cartas.
Pero, ¿por qué lo digo? ¿Siempre tenemos que desconfiar de nuestros socios o colaboradores? ¿No debemos aportar 'ideas' adicionales en algo que ya funciona? Ninguna de estas respuestas son la causa. La razón principal por la que debemos guardar ciertas actitudes, fortalezas o intenciones, no es por ninguna otra causa distinta a que cuando participamos en un proyecto en una organización o en una empresa, siempre hay colaboradores que tiran del tren y otros que van a 'remolque', aprovechándose de las inquietudes, la capacidad emprendedora e incluso del trabajo de los colaboradores más 'vivos'.
Esta situación, que sin lugar a dudas es muy provechosa para aquéllos que se remangan menos a la hora de emprender un nuevo proyecto o para incrementar los resultados. También resulta bastante lesiva para los que arriman más el hombro, que trabajarán más que los primeros, y no solo eso, sino que tendrán que compartir sus meritorios beneficios con el resto de colaboradores, que no han trabajado con su mismo nivel de exigencia.
Si su situación es la de un trabajador por cuenta ajena, ostentando un cargo de técnico o mando intermedio, poco margen de maniobra tendrá para poder negociar en una situación de este tipo, puesto que cada día estará forzado a colaborar con profesionales de distinto perfil.
Pero, si se encuentra en otro caso, como por ejemplo, ante la decisión de emprender un nuevo proyecto empresarial junto a algún colaborador, ha de pensar si usted cuenta con las habilidades necesarias para emprenderlo sin la necesidad de contar con socio con el que planea colaborar, y si la respuesta es afirmativa, ha de plantearse si usted mismo puede llevarlo a cabo, puesto que si confiamos en que sí podemos hacerlo, no es necesario contar con algún otro colaborador, que puede quitarnos más de lo que nos aporta en este tipo de casos, y aprovecharse de una carga desigual del trabajo.
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