No son pocas las convocatorias de premios empresariales que suelen surgir a lo largo del año por lo que una persona que tenga o esté desarrollando un nuevo proyecto puede plantearse si merece la pena o no presentarse a alguna de ellas. Desde mi punto de vista hay, como mínimo, cinco motivos por los que se debería participar en alguno de esos premios.
Lógicamente el primer motivo es la posibilidad de ganar el premio. El aspecto económico, los premios en especie y la repercusión mediática y la publicidad para el negocio que trae consigo alzarse con el galardón puede suponer un fuerte impulso para la actividad y la apertura de muchas puertas que, en caso de no haber participado, nunca se hubieran conseguido.
Pero no sólo el hecho de ganar puede ser positivo ya que el participar también tiene otra serie de ventajas que podemos aprovechar. Empezando por el hecho de que presentarse supone que el proyecto sea analizado y valorado, lo que nos puede servir para ver si estamos o no en el buen camino y obtener un valioso feed-back de personas con criterio que nos puede ayudar a mejorar.
Por otro lado estaremos dando a conocer el proyecto. No sólo es importante que el negocio sea bueno y esté bien planificado y desarrollado, es necesario que la gente lo conozca y presentarse a una de estas convocatorias implica que los evaluadores, el resto de participantes y otra mucha gente conocerá lo que estamos haciendo. Pensemos que no sólo los ganadores tienen el privilegio de que se le abran puertas y, además, el certamen también suele dar publicidad al resto de participantes.
Relacionado con el anterior, el cuarto motivo por el que interesaría presentarse a un premio son los contactos que pueden hacerse al participar. De este tipo de convocatorias pueden surgir clientes, colaboradores, incluso inversores que a corto, medio o largo plazo pueden ayudarnos a potenciar el negocio.
Por último, y no por ello más importante, es que el trabajo que hay detrás de prepararse para la convocatoria puede ser un magnífico ejercicio para depurar y perfeccionar el proyecto, tener claros todos los aspectos del modelo de negocio, preparar una buena presentación del mismo, etc.
En resumen, tanto de puertas para dentro como hacia fuera, el hecho de presentar un proyecto empresarialo a una convocatoria de premios puede ser muy positivo. ¿Por qué no intentarlo?
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