Ante el enorme problema que supone para la economía nacional el hecho de que la inmensa mayoría de las empresas españolas estén centradas en el mercado interno y como una manera de impulsar la internacionalización de las mismas se creó la Marca España como una especie de “distintivo de calidad” para que los clientes del exterior consumieran nuestros productos o contrataran los servicios de empresas españolas. Pero ¿realmente existe la Marca España? ¿Las empresas españolas en el exterior la utilizan?
Sin entrar en sentimientos patrióticos, cada uno que tenga los que quiera, para mi no cabe, en un mundo globalizado como el actual, recurrir a estas estrategias. No cabe duda que en determinados productos (alimentación, etc.) el origen español de los mismos sí es sinónimo de calidad. Tampoco se puede poner en duda que empresas de servicios de sectores muy determinados (ingenierías, infraestructuras, sector eólico, …) han ido generando un know-how dentro del sector que también puede ser exportable como “producto nacional”. Pero más allá de estos casos ¿es vendible la Marca España?
Partir de la base de que, en general, ser español es un valor añadido es mucho suponer. ¿Lo es acaso ser australiano? ¿finlandés? ¿chileno? Entiendo que como concepto no salvo las excepciones antes comentadas.
Pero es más, conozco empresas españolas trabajando en otros países que no hacen referencia a su origen español como identificador de calidad, algunas de hecho ocultan ese origen. Otras incluso operan en el extranjero a través de filiales creadas en un tercer país sólo por motivos de imagen.
¿Por qué? ¿Es un handicap ser español y no una ventaja? Escuchando esta mañana una entrevista con la directora general de Siemens España (empresa alemana establecida en nuestro país) hacia referencia a que la imagen española en el exterior es muy mejorable y ponía el acento sobre todo en el poco cuidado de la misma que tiene la propia Administración con algunos de sus comportamientos.
Aludía a que si se quiere dar imagen de seriedad no se puede consentir que la propia Administración perjudique a las empresas incumpliendo los plazos de pago establecidos por Ley y que eso no ocurría en otros países, ni siquiera en Portugal o Grecia con todos los problemas que allí tienen ¡Los propios organismos que establecen las leyes son los primero en incumplirlas! ¿Es fiable una marca país en estas condiciones? ¿Se creen que eso no trasciende y que nadie se va a enterar de ello?
Para crear una marca que se posicione con fuerza en el exterior no llega sólo con la aportación de los éxitos deportivos y crear embajadores de la misma si por otro lado se lanzan mensajes negativos. Para eso que cada empresa luche por conquistar sus mercados y que diga, si quiere o le interesa, de donde procede.
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