Mata al intermediario

Es ya un clásico. Cada cierto tiempo, agricultores, ganadores o pescadores se plantan en una calle y cortan el tráfico. Llegan con un camión cargado de fruta, carne o pescado fresco y se dedican a repartirlo entre los afortunados transeuntes, que aprovechan para llevarse un par de filetes o una buena cesta de fresas por la cara. Todo esto para protestar por los bajos precios pagados al productor.

Las quejas son las mismas de siempre: “con estos márgenes no sale rentable cultivar”, “el consumidor es el principal perjudicado por esta situación”, etc. Y las soluciones que se plantean no es que sean muy realistas. Hay quien pide contratos entre distribución y productores que establezcan precios mínimos. Algunos llegan más lejos, exigiendo que (al estilo de las economías planificadas) se fijen precios para sus productos. Voy a ganarme las críticas de los productores pero lo siento. Vuestras exigencias son imposibles de cumplir.

Vayamos por partes. En primer lugar, no creo que cultivar haya dejado de ser una actividad rentable. Si hay personas que se siguen dedicando a la agricultura, la pesca o la ganadería, es porque su actividad les deja un beneficio. Probablemente, este margen es menor que hace diez años. Y estoy seguro que la distribución se lleva un porcentaje criminal por sus actividades. Sin embargo, nadie cultiva por pérdidas. Después de todo ¿conocéis a muchas personas que trabajen gratis?

Respecto a la efectividad del regalo de frutas y verduras para concienciar a la sociedad, creo que se trata de una medida dirigida a la atención de los medios y del gobierno. No creo que se haya conseguido ningún avance en la negociación entre distribución y productores por regalar patatas. Después de todo, los agricultores siguen regalando sus productos cada cierto tiempo, sin que la situación parezca mejorar.

Por último, las propuestas de los agricultores son de risa. No podemos trabajar en el mercado libre para lo que nos conviene y pedir la regulación del estado en aquellos sectores en los que no somos competitivos. Si la distribución se aprovecha de nosotros, la solución no es pedirle que sean considerados y nos compren los productos a precios adecuados. Con todo esto, no me pongo de parte de los distribuidores (que, en muchos casos, se dedican a hinchar su beneficio en perjuicio de productores y consumidores). Sólo quiero insistir en que esta no es la línea a seguir si queremos mejorar la situación.

Frente a estas críticas, les propongo una solución a todos los productores de productos alimentarios que regalan su producto: maten al intermediario (no literalmente, claro está). Si la distribuidora de sus frutas se queda con un margen abusivo y no pueden recurrir a otro distribuidor más competitivo, hagan ustedes ese trabajo. Asociénse, monten una cooperativa o una sociedad, compren una camioneta y establezcan una frutería propia. De esa forma, sus márgenes se incrementarán. Y sus productos serán mucho más competitivos que los de las grandes superficies, ya que podrán venderlos a precios más reducidos.

Lo mejor de todo es que esta estrategia ya funciona. Tenemos buenos ejemplos en Sevilla y Granada. Y seguro que podemos encontrar otras más en otros puntos del país.

Por tanto, dejémosnos de quejas y de repartos gratis (lo siento por los pensionistas que siempre pillan estos chollos). La solución a cualquier problema empresarial pasa, en el 99% de los casos, por iniciativas proactivas y por el trabajo duro. No podemos pasarnos la vida esperando a que papa Estado (o cualquier otro) nos solucione la papeleta.

Vía | UPA
Imagen | UPA
En El Blog Salmón | La fruta cae de precio
En Pymes y Autónomos | Formas empresariales: cooperativas

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