Reiteradamente afirmo públicamente la necesidad de las empresas de adaptarse al nuevo orden competitivo, a la nueva realidad empresarial que debido a los rápidos cambios que hemos vivido en poco más de una década se han producido. Sin duda muchos son los procesos profesionales, sistemas y sectores que han vivido una profunda transformación pero sí uno de ellos refleja una profunda transformación (con el permiso del discográfico y algunos otros) ese es el sector turístico y las empresas que operan en él.
Y el sector turístico con sus matices y particularidades puede enseñarnos y mucho de la necesidad de dejar atrás modelos caducos y obsoletos, apostar por nuevas formas de competir y de estar en el mercado, sino queremos que el mercado nos arrastre al abismo.
Probablemente los problemas que se viven en el sector turístico son varios, pues no será lo mismo por ejemplo la caída de clientela de un hotel, que el mal endémico que supone un destino turístico marcado por etiquetas concretas como por ejemplo la de “sol y playa” y la dificultad de transformar esa realidad que la profunda transformación que han vivido las agencias de viajes y si es sobre estas últimas que nos fijamos podemos sacar varias conclusiones.
La mayoría achacara los males de las agencias de viajes y el cierre masivo de ellas en nuestro país a la irrupción de internet en el sector y la consolidación de portales de viajes online como la primera opción para muchos de los viajeros, pero no estoy nada de acuerdo en que esa sea el único motivo, ni tan siquiera el principal.
Es evidente que las agencias de viajes han vivido su particular catarsis y transformación con el fenómeno internet, pero también es bien cierto que otros factores han influido decisivamente en que en la actualidad nos encontremos ante una reestructuración intensa del sector, en realidad como firmante y según mi particular opinión si muchas agencias de viajes no han sabido adaptarse al nuevo entorno es debido a sus propias limitaciones y auto imposiciones, veámoslo:
Internet se ha encargado de transformar la realidad sí, pero no ha hecho desaparecer la demanda, es más en ella han aparecido sub segmentos y oportunidades de negocio que antes no eran tan visibles, evidentemente que para vender una estancia de hotel y billete de avión al uso probablemente la agencia de viajes de toda la vida ha perdido el atractivo, no así sí sabe reorientar su oferta a un asesoramiento en viajes mas personalizados o especializados.
Otro de los motivos que han llevado al desastre a muchas agencias de viajes ha sido el no saber canalizar ambos canales, se han cerrado en ver al canal internet como un enemigo y no se han esforzado en convertirlo en su aliado y complementar su oferta con el atractivo de los servicios presenciales. Por no hablar de que un reajuste era imprescindible pues en los años de crecimiento se produjo una sobredimensión del sector que en algún momento se tenía que reajustar.
Y por ultimo y no menos importante y por mucho que duela a los agentes de viaje mucha parte de la culpa la tuvieron ellos mismos cuando en un afán proteccionista y para evitar entonces un intrusismo en el sector se blindaron impidiendo la comercialización de otros productos ajenos al viaje en las agencias de viaje, ello que en principio tenía que evitar el intrusismo se acabo convirtiendo en una soga al cuello de muchas agencias y cuando (algunas) quisieron dar marcha atrás y pasos distintos en ese ámbito para muchas de ellas ya era demasiado tarde.
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