Los trabajadores autónomos económicamente dependientes, también conocido por sus siglas TRADE, han sido tradicionalmente una figura laboral muy arraigada en nuestro país. Se trata de trabajadores que tienen unas condiciones especiales, ya que el 75% de sus ingresos provienen de un único cliente y, precisamente por eso, tienen una consideración y derechos especiales a efectos legales.
Sin embargo, los falsos autónomos han denostado la figura del TRADE, una figura perfectamente legal pero que, en la actualidad, no está bien vista. El motivo es que se relaciona con precariedad y bajos salarios, cuando no tiene por qué ser así, al menos si el trabajo se realiza de manera legal.
Se trata de una figura legal que se encuentra en peligro de extinción. Según datos publicados por la Agencia EFE, este tipo de trabajadores ha pasado de 297.000 a 246.000 en tan solo 12 meses. Es decir, 41.000 autónomos TRADE menos en tan solo un año.
Desde CCOO achacan este descenso a la propia configuración de la figura legal. Al ser una figura que se encuentra a caballo entre un autónomo y un asalariado, se dan circunstancias de falsos autónomos de manera demasiado habitual. Cada vez son más las inspecciones llevadas a cabo por Trabajo y las presiones de los sindicatos para evitar que se den este tipo de situaciones.
Así las cosas, la figura del TRADE parece condenada a desaparecer, al menos si no se le da la confianza que merecería. El propio Ministerio de Trabajo ya ha advertido que se reafirman en su intención de dar continuidad a las acciones para regularizar a aquellos autónomos que realmente deberían estar cotizando por el Régimen General de la Seguridad Social, y parece que se van a endurecer los procedimientos.