La subida del diesel y su equiparación fiscal con las gasolinas es algo que ya lleva tiempo en la agenda del Gobierno, tanto del anterior como del nuevo ejecutivo socialista. Esto supondría de hecho un aumento de casi 10 céntimos por litro del Diesel y un grave problema si eres autónomo y trabajas con tu vehículo.
El objetivo que se pretende alcanzar con esta medida es, por un lado recaudar unos 2.100 millones más, aunque su aplicación sería de forma escalonada. Dicho aumento de la recaudación se derivaría a un aumento del gasto para la lucha contra el cambio climático, donde los vehículos y las ayudas a los híbridos y eléctricos también se podrían beneficiar.
El problema surge para todos aquellos autónomos que utilizan su vehículo para sus desplazamientos profesionales. Aquí van a ver un aumento de sus gastos de forma notable. Y esto al final repercutirá de una forma o de otra en el cliente final y un margen menor para el autónomo en sus trabajos. Al final los desplazamientos salen más caros.
Para el sector del transporte no tendrá tanta importancia, ya que transporte pesado como de viajeros o taxistas acceden a una bonificación de las subidas de los impuestos al diesel y pueden reclamar su devolución a Hacienda trimestralmente. Igualmente sería la hora de plantear a vehículos urbanos como el del taxi el paso de diesel a híbridos o eléctricos que puedan recargar en sus paradas.
Sin embargo, son los profesionales del transporte con vehículos ligeros los que más sufrirán si se aprueba esta medida. Para tratar de minimizarlo está en estudio bonificar la subida del impuesto a los vehículos registrados como transportistas profesionales que pesen entre 2 y 7,5 toneladas, aunque todavía está en el aire.
Los más perjudicados aquellos que no están registrados como transportistas, como por ejemplo los repartidores que quieren trabajar para Amazon y utilizan su vehículo particular para ello. En este caso van a tener mucho menos margen de beneficio, ya de por si bastante exiguo. Y también el autónomo de otros sectores, que muchas veces ya sufre unos gastos elevados derivados del mantenimiento de su vehículo profesional, que además no puede deducirse.
En Pymes y Autónomos | El diésel ya no es lo que era
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