La figura del Trabajador Económicamente Dependiente (TRADE) no sólo tiene que pelear contra la eterna confusión de que no es un falso autónomo; en este momento Hacienda tiene en punto de mira a aquellos trabajadores con un solo cliente, algo que según recoge la ley es legal.
En su lucha por acabar con la figura del falso autónomo, Inspección de Trabajo intensifica sus investigaciones en ámbitos como el de las inmobiliarias donde muchos de sus profesionales son Trabajadores Económicamente Dependientes.
Según el artículo 11 del Estatuto del Trabajo Autónomo, los trabajadores autónomos dependientes, son aquellos que realizan una actividad económica o profesional a título lucrativo y de forma habitual para una persona física o jurídica.
Los TRADE, en el punto de mira de Hacienda
Si nos centramos en el sector inmobiliario, la figura del TRADE lleva unos veinte años colaborando en él. En la actualidad un número elevado de profesionales inmobiliarios ejercen su trabajo como Trabajadores Económicamente Dependientes, según recoge Autónomos y Emprendedores.
Por otro lado, el falso autónomo es un trabajador por cuenta ajena que actúa como trabajador autónomo en el ámbito laboral y de la Seguridad Social. Mientras que el TRADE es un trabajador autónomo que presta sus servicios, al menos, en un 75% para el mismo cliente.
Esto es lo que defienden desde el sector porque estos trabajadores facturan a la agencia inmobiliaria por servicios como la utilización de las instalaciones para reuniones, el uso de la tecnología o las herramientas que haya en las oficinas.
Sin embargo, hace un año, las inspecciones se han centrado en academias de formación o en las agencias inmobiliarias, como dos ámbitos donde es posible que se estén cometiendo irregularidades. ¿Cuál es el motivo? Ha quedado en manos de la Administración definir y detectar qué es un falso autónomo.
Las sanciones ascienden a 250.000 euros si la Administración detecta un falso autónomo
Desde el Ministerio de Trabajo y Economía social han sancionado con multas de más de 250.000 euros a empresas del sector inmobiliario por el uso generalizado de autónomos en sus equipos de trabajo.
Dentro del sector las más afectadas son las pequeñas inmobiliarias con tres o cuatro autónomos vinculados a la empresa, algo que hasta ahora era legal, a los que Trabajo ha multado, el coste de las sanciones lleva a muchas de ellas a cerrar.
Este tipo de inspecciones se basan en la llamada ley rider cuyo fin era acabar con la relación laboral de plataformas digitales como Glovo cuyos trabajadores eran autónomos y, por lo tanto, debían ser contratados, una opción que tampoco contentó a muchos de los empleados.
El contexto no es el mismo y desde las plataformas que representan al sector inmobiliario se pide diálogo para frenar estas inspecciones por parte de Trabajo.