Que hay una brecha fiscal en España respecto a Europa es una cuestión que muy pocos se atreven a discutir. La cuestión es como cerrar dicha brecha. Por un lado están los que quieren que primero se tapen los agujeros por los que se va parte de la recaudación. Por otro los que piensan que hay que crear nuevos impuestos. Pero lo cierto es que la reforma fiscal ya está en el horizonte y todos tendremos que pagar más.
La lucha contra el fraude fiscal no bastará para tapar la brecha. Por mucho que se apriete a grandes empresas, objetivo prioritario ahora de inspección y se mantenga la presión sobre las más pequeñas, no bastará. Habrá que tocar otros impuestos. Y es aquí donde será necesario hacer equilibrios. Una mayor presión fiscal puede dañar la recuperación y la creación de empleo y sería una medida contraproducente.
Es imprescindible aumentar los ingresos del Estado
Podemos descontar una bajada de los límites de módulos, la creación de nuevos impuestos a las tecnológicas que ahora no pagan casi nada, pero lo normal es que haya que tocar otros impuestos responsables de gran parte de la recaudación en España. Los combustibles, especialmente el diésel, va también en línea con una política medioambiental hacia una menor dependencia del petróleo y apuesta por energías limpias sería uno de los más importantes.
El IVA reducido será otro de los que entren en revisión. Yo apostaría por la subida de al menos un par de puntos, tal y como ocurrió en la crisis de 2008, para situarlo en torno al 12%. No mucho más, porque la hostelería ha sido uno de los sectores más castigados y necesita un respiro.
También apostaría a corto y medio plazo por una reducción de las empresas obligadas a utilizar el SII, que irá reduciendo sus límites para incluir poco a poco a más compañías. Y a largo plazo la implantación de un sistema similar para autónomos, tal y como harán con el ticket BAI en País Vasco. Más control tributario y un menor uso del efectivo.
De lo que se trata es que todo el mundo pague lo que le corresponde, no que aquellos que pagan y no tienen escapatoria les suban los impuestos para tapar el agujero que dejan los demás. Y todo esto tiene que venir acompasado de una recuperación económica, para lograr de esta forma que los ingresos sean mayores.
Veremos como se concreta todo esto en los nuevos presupuestos, que serán claves para mantener el rumbo en un sentido o en otro. Y tendrían que estar listos este otoño, además de salir con el mayor consenso posible.