El año pasado la Agencia Tributaria decidió desviar el ojo de Sauron de los pequeños negocios y autónomos y ponerlo en las grandes empresas. Pero que la atención se centre en este área no implica que los recursos se hayan movido. Y esto es precisamente lo que reclama el sindicato de técnicos de Hacienda, GESTHA, investigar menos a autónomos y pymes para dedicar los recursos a investigar el fraude de las grandes.
La cuestión es que año tras año aumenta el porcentaje de dinero recuperado en la lucha contra el fraude fiscal. Es más sencillo técnicamente investigar a los pequeños, que además por una deuda de menos de 10.000 euros, casi nunca le merece la pena reclamar incluso aunque no esté de acuerdo y piense que lleva razón. Las grandes reclaman, tienen gabinetes jurídicos expertos en fiscalidad. Y muchas veces ganan la partida.
El objetivo del GESTHA es que para el año 2021 cambien las directrices del Plan de Lucha contra el fraude fiscal. Según José María Mollinedo, Secretario General del sindicato
No puede ser que el 80% de la evasión se concentre en grandes empresas, y que tengamos a menos de un 20% de la plantilla persiguiendo este fraude. Por el contrario, casi un 85% de los técnicos de Hacienda investigan menos del 20% del fraude fiscal, que es el que corresponde a los autónomos y pymes
Para ello proponen tres medidas fundamentales:
Que se pueda saber en qué impuestos se evade más, en qué sectores y, sobre todo, qué tipo de contribuyentes son los que más defraudan. Un análisis del fraude fiscal que deje una foto lo más clara posible para saber dónde hay que centrar los esfuerzos.
Integrar a los técnicos de Hacienda en un nuevo cuerpo con mayores funciones, un cuerpo superior técnico con competencias suficientes para hacer frente a un tipo de fraude más sofisticado. Solo un 20% de ellos tienen actualmente competencias para investigar grandes empresas.
Que se destinen más recursos para investigar a los más grandes. Se destinan la mitad de recursos que otros países de nuestro entorno, como Alemania o Francia a pesar de que nuestra economía sumergida es más elevada.
En este sentido el sindicato vela por los intereses de sus asociados, reclamando más medios humanos, materiales, así como mayores capacidades y entendemos también que mejoras salariales que vayan acompañadas a este aumento de la responsabilidad.
Lo cierto es que con el año tan complicado que han tenido los pequeños negocios y la escasa capacidad financiera que tienen muchos de ellos, una inspección y una sanción tributaria podrían acabar con el cierre de la propia empresa. Y el ministerio de Hacienda con grandes necesidades de recursos necesita controlar mejor el fraude.
En este sentido una bajada de los límites de las empresas obligadas a utilizar el SII o la puesta en marcha de un sistema como BATUZ para que los autónomos y pequeños negocios pasen sus facturas en tiempo real ayudaría mucho al control, reduciría los efectivos humanos necesarios para ello y centrarse en los responsables del 80% del fraude estimado que son las grandes empresas.
Imagen | Angelo_Giordano