La gran mayoría de los establecimientos comerciales, que son los pequeños establecimientos que se encuentran a lo largo de nuestra geografía, están comprobando de primera mano el retroceso en el consumo de las familias como consecuencia del menor presupuesto para gastar del que disponen.
Según se muestra en una noticia en el diario Expansión a partir de una información del Instituto Nacional de Estadística (INE), en el mes de septiembre han experimentado un retroceso de casi un 5,5% respecto al mismo mes de septiembre del ejercicio pasado, confirmando una fría etapa de retrocesos que arranca en el mes de junio de 2010.
A mi juicio, el sector del comercio minorista es de los más sensibles al entorno económico, y muy posiblemente, hasta que no se experimente una mejora real del entorno económico, no podremos contar que esta etapa ha terminado.
Adicionalmente, muchos comercios adolecen de los mismos problemas que muchas empresas, como por ejemplo el coste de la contratación y del despido, la dificultad en el acceso a la financiación, o la presión fiscal a la que está sujeta su actividad. Pero, a pesar de ello, parecen ser los grandes olvidados, porque en ninguno de los programas electorales que se ofrecen de cara a las próximas elecciones generales tienen en cuenta sus problemas. ¿Está condenado el comercio minorista a ser el vagón el cola del tejido empresarial?
En Pymes y Autónomos | El comercio minorista sufre sobremanera la falta de liquidez de empresas y familias Imagen | mossaiq