Me refiero a los famosos chiringuitos playeros. Esos establecimientos hosteleros situados en la misma playa, a muy pocos metros del mar y que sirven para potenciar y reforzar la imagen turística de la todas las costas. El sistema andaluz tiene unas "particularidades" al respecto importantes en la gestión de chiringuitos. Esta figura no está muy extendida por el resto de costas españolas. En el resto se suelen respetar las distancias mínimas al mar y se exigen unas dotaciones mínimas en cuestiones de aseos, ventilación y accesos.
Pero en toda la Costa del Sol, que es donde más proliferan, esta ley brilla por su ausencia. Valga el matiz que las administraciones si cobran por las licencias de apertura y por las ocupaciones de espacios públicos que se llevan a cabo, como puede ser aceras de paseos marítimos y suelo de las playas directamente.
Además, este tipo de establecimientos comerciales gozan con una tradición y derechos adquiridos en el tiempo bastante importante. Muchos de ellos llevan explotándose más de 40 años, antes de que siquiera existiese regulación al respecto.
Pero no olvidemos que en pro del turismo, se han creado una serie de negocios con privilegios especiales, tanto en concesiones como en suavidad legislativa y en impuestos, que luego no se ven repercutidos en los precios finales al cliente.
La Ley de Costas, o mejor dicho, su incumplimiento reitarado por parte de administraciones y empresas en Andalucía ha sido una constante en todo este tiempo.
Ya era hora que se abogue por dar una regulación clara y específica a la gestión de negocios playeros, porque a día de hoy más que libre competencia, existe un cártel perfectamente organizado entre administraciones y empresarios playeros, en donde campan perfectamente al margen de la ley.
Esperemos que la iniciativa de regulación y control de las playas andaluzas, no quede en lo que es ahora mismo, una mera nota de prensa para suavizar los ánimos de muchos otros que claman por su regulación de este sector empresarial.
Vía | Diario Sur Imagen | daquellamanera