El estado de flujos de efectivo es una parte de las cuentas anuales de enorme importancia a la hora de analizar la situación financiera de una empresa. Esta partida informa sobre el uso dado al efectivo, es decir, al dinero y a los activos líquidos equivalentes que la empresa maneja en su funcionamiento a lo largo de ejercicio. Por líquidos equivalentes se entienden los depósitos bancarios y productos bancarios similares de vencimiento no superior a tres meses.
Este informe permite conocer la capacidad que tiene la empresa para afrontar sus obligaciones de pagos así como a sus necesidades de liquidez. Aunque el nombre no invita a conocer su contenido, es fundamental para el funcionamiento de un negocio. Una empresa que no lleve cuenta del dinero que necesita generar y con qué antelación carecerá también de una planificación adecuada de gastos.
Existen tres tipos de flujos de efectivo según el tipo de operación que los origine:
- Flujos de efectivo de las actividades de explotación (FEAE). Son las transacciones monetarias realizadas a consecuencia de la actividad económica de la empresa: cobros de clientes, pagos a proveedores, intereses abonados o recibidos e incluye también el impuesto sobre beneficios. Se anotarán separadamente las diferencias temporales como los cobros y pagos efectuados en el ejecicio que provengan de operaciones realizadas en ejercicios anteriores. También se diferenciarán los anticipos o descuentos de papel como cobro adelantado a clientes.
- Flujos de efectivo de las actividades de inversión (FEAI). Pagos destinados a la adquisición de activo no corriente: inmovilizado, inversiones inmobiliarias o financieras, así como los cobros efectuados en el momento de la venta de estos bienes.
- Flujos de efectivo de las actividades de financiación (FEAF). Ingreso en cuentas de tesoreria de préstamos o instrumentos de financiación concedidos por entidades de crédito o por terceros así como las cantidades pagadas destinadas a la devolución de los mismos; cobro procedente de la venta de títulos emitidos por la empresa; pagos a accionistas en concepto de dividendos.
Los flujos en moneda extranjera se convertirán a la moneda funcional al tipo vigente en el momento en que se produjeron.
El control del efectivo es responsabilidad del administrador. Una actuación negligente en esta tarea puede conducir a que una empresa que tiene un buen funcionamiento en sus operaciones comerciales se encuentre al borde de la quiebra por el mal manejo de sus recursos económicos.
El estado de flujos de efectivo fue incorporado en la reforma mercantil de 2007. No tienen la obligación de incluirlo las empresas que pueden presentar balance, estado de cambios en el patrimonio neto y memoria abreviados.
En pymes y autónomos | Nuevo Plan General de Contabilidad: Principales Cambios (IV) – 1º Parte
Imágen | @alviseni