En muchas otras ocasiones he dicho y digo que el deseo para conseguir tirar adelante un negocio, el que sea, es el primer paso para que ese negocio tire adelante. Y en muchas otras ocasiones he dicho, y digo, que ese deseo nace comúnmente de lo más profundo de nuestras entrañas. Pero no en muchas ocasiones, me refiero a que además de desearlo se tiene que persistir en ello.
Si queremos conseguir algo, por simple que esto sea, sólo tenemos dos claves entonces: desearlo y persistir. Y si eso es así en casi cualquier faceta de nuestra vida, imaginemos en una faceta tan titánica y fascinante como tirar adelante nuestro negocio.
Podremos desear muchas cosas, podremos soñar y perseguir muchos objetivos, pero si a todo ello no le ponemos el ingrediente indispensable de persistencia, la salsa no llegará a ligar. Puede ser que incluso consigamos con base a deseos y sueños hacerlo funcionar, pero sin persistencia, nada de ello será sostenible.
Y esa persistencia no es sólo persistencia en esperar a conseguirlo, también es persistencia y resistencia ante el fracaso. Persistencia y resistencia a bajar los brazos de no salir a la primera lo que perseguirlos. Persistencia y resistencia a bajar los brazos aunque lo que perseguimos ya nos haya salido a la primera.
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