Comenzar un proyecto genera vértigo. También ilusión y si a tu alrededor hay un grupo de familiares y amigos que te apoyan, el primer paso ya está dado. Cuando se habla de emprender, de iniciar una aventura empresarial, el dinero parece el pilar más importante.
Si somos realistas y prácticos, así es. Pero si contamos con un plan de negocio y un respaldo económico nos quedará algo tan sencillo y complejo a la vez , como confiar y mejorar el concepto que tenemos de nosotros mismos.
Inicias un proyecto. Tienes que estar preparado para oír todo tipo de consejos, malos presagios, críticas e incluso alguna felicitación. No importa, somos los que pilotamos el avión y ya hemos pensado en los posibles riesgos.
Pero no podemos evitar que de vez en cuando, sobre todo cuando nos quedamos a solas, esa imagen que tratamos de proyectar de: seguridad, confianza y autoestima por las nubes, no sea más que una fachada.
Una de las claves para cambiar esas etiquetas negativas que nos ponemos, incluso cuando los demás nos ven como personas optimistas y tenaces, es la de evitar las comparaciones. ¡Son odiosas!
Sentirse inferior, no traerá nada nuevo. La competencia debe ser un estímulo para mejorar no un quebradero de cabeza. Nosotros somos únicos e irrepetibles. Y en nuestras manos está trasladar ese concepto a nuestro negocio.
El miedo al fracaso sólo conduce a un camino, el privarnos de la libertad de acción, no se trata de vivir con un libro de autoayuda al que consultar a cada momento, ni repetir como si fueran mantras frases de otros "expertos", al final todo se reduce a algo sencillo de decir y complejo de aplicar: querernos más para aumentar la confianza y poder alcanzar nuestras metas.
En Pymes y Autónomos|¿Cómo saber si estoy preparado para emprender?
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