Escuchamos a menudo "no me puedo quejar porque al menos no estoy en el paro" y esa reflexión no es del todo cierta ni justa. El hecho de contar con un dinero a fin de mes no ha de ir ligado a soportar un estrés que junto a un mal ambiente se convierte en una pésima combinación. Encontrar el equilibrio entre obtener unos ingresos y sentirse bien debería ser el objetivo tanto del empleador como del empleado.
Existen infinidad de estudios por parte de consultoras que se dedican a enumerar los trabajos que resultan más estresantes. Uno de ellos hace un año recogía el siguiente ranking, pero podemos cambiar el orden y añadir o quitar alguna profesión.
- Soldado raso
- Bombero
- Piloto de aerolíneas
- Militar
- Policía
- Coordinador de eventos
- Ejecutivo de relaciones públicas
- Fotoperiodista
- Taxista
Este tipo de informes muestran un factor común. Los trabajadores al ser preguntados por su nivel de estrés otorgan una puntuación cercana al diez. ¿Las razones? Son obvias: vivir en un continuo estado de angustia y tensión acompañado de un pensamiento negativo por la posibilidad de ser despedidos o por no ajustarse el sueldo a las labores que desempeñan.
Hubo una época en que el estrés o la ansiedad estaban ligados a profesiones relacionadas con contextos ubicados en oficinas, multinacionales, etcétera. Hoy día no es necesario vestir traje y corbata para sentir presión. Los psicólogos hablan sobre esa sensación de excitación en nuestro sistema nervioso de manera permanente, lo cual a nuestros ancestros sólo se les activaba si se veían expuestos a un peligro puntual, el famoso tigre con el que se relaciona a los miedos irracionales y los altos niveles de estrés.
¿La solución? Dentro de lo que cabe tomarnos nuestro trabajo lo mejor posible. En ocasiones es complicado tanto por los compañeros, los gerentes, o el factor económico pero está en nosotros gestionar todos esos obstáculos para afrontar cada jornada al menos de la forma más inteligente para que estos factores no mermen nuestra salud.
También existen listas sobre trabajos menos estresantes pero en mi humilde opinión, todo está en los componentes externos e internos de donde desarrollemos nuestro empleo y nuestra actitud. No todo el mundo lleva con el mismo sentido de humor empleos que desde fuera nos pueden parecer duros. Pongámonos como objetivo este año, afrontar nuestro día a día de la forma más positiva aunque nos resulte una gesta imposible de lograr. Es prácticamente una obligación dar este paso.
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