Cuando hablamos del empeoramiento de las condiciones laborales en las empresas, de sentirse quemado o de no estar motivado en algunas ocasiones se debe a una simple correspondencia. La empresa muchas veces exige a sus empleados que se queden a trabajar, pero no se compensa el pago de las horas extras. Al menos eso es lo que indica la CC.OO. en un estudio que ha llevado a cabo, especialmente concentradas en el sector de servicios.
Además no se trata de algo coyuntural, donde se aprieta a los trabajadores con contratos temporales que buscan al realizar estas horas sin remuneración ganarse el favor de la empresa para obtener un empleo estable. Se trata según la CC.OO. de algo que tiene más que ver con el abuso en la relación laboral, puesto que sobre todo se concentran en los empleos indefinidos.
Por un lado hay que tener en cuenta que no sólo pierde el trabajador que no cobra por la jornada realizada, sino también la Seguridad Social, ya que no se cotiza por ellas, ni se contrata a otros empleados que podrían estar ocupando un puesto de trabajo más. Quizás el control de horarios que se viene estableciendo desde 2015 tras la sentencia de la Sala de lo Social de la Audiencia Nacional de 4 de diciembre de 2015.
Lo peor de todo es la frustración que se crea en muchos casos, donde los empleados no tienen más remedio que aceptar y pasar por el aro, empresas que en muchos casos "se justifican" con estas prácticas a la hora de no contratar a otros empleados por la falta de previsión o una legislación poco flexible para favorecer la contratación cuando se necesita.
Esto cuadra más o menos con las estadísticas de las horas extras de otros estudios, donde por lo general se habla de horas extra pagadas, que si han aumentado, pero no de las trabajadas, que son mucho más complicadas de cuantificar.
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