Piden, piden y piden. Así son muchas ofertas de trabajo que publican las empresas. Parece que se necesita un título universitario y varios master para poder desempeñar tu trabajo, pero en ocasiones no está acorde con las tareas que se van a realizar y la responsabilidad del puesto. Y es que muchas empresas siguen mostrando una titulitis flagrante a la hora de anunciar un puesto vacante.
No hace falta ser licenciado en psicología para ocupar un puesto de telefonista. No hace falta ser licenciado en económicas para ejercer de cajero en un bar. Sin embargo, un título universitario supone algo más que unos conocimiento teórico y prácticos adquiridos. La constancia necesaria, la capacidad de concentración y estudio, la presión por aprobar los exámenes suponen un capacidad de trabajo bajo presión más o menos probada.
¿Pero que lleva a estos titulados a enviar su currículum a puestos de trabajo más bajos? Empezar desde abajo, esta ha sido la consigna durante años en las empresas. Pero hoy en día no funciona. Los empleados ya no se jubilan en la empresa que les dio su primera oportunidad. Así que acceder a estos puestos supone una primera oportunidad para coger algo de experiencia laboral y dar el salto a puestos más cualificados.
Yo quiero trabajar de lo mío
El problema si se mantiene en un puesto de trabajo donde no asume responsabilidades, ni tampoco le saca partido poniendo en práctica los conocimientos de su carrera universitaria o un buen salario, acaba por generar un alto grado de frustración. La descripción de la vacante no se ajusta al trabajo que luego se realiza.
Las empresas lo saben y en muchos casos prefieren no contratar a estos empleados con título universitario. Tanto es así que muchos de ellos manejan dos curriculum diferentes, uno para ofertas de bajo perfil y otras para "trabajar en lo suyo". En las primeras no incluyen su titulación ni la experiencia que puedan tener en este sector.
Muchos emprendedores de éxito no acabaron sus carreras universitarias. Esto ayuda también a relativizar la necesidad de disponer un título universitario para tener éxito. Claro que son muchos más los que se han quedado por el camino o fracasaron en el intento de levantar sus empresas. Este tipo de emprendedores se suelen fijar más en las habilidades y capacidades que los títulos que lo sustentan.
Porque saben que lo importante es rodearse de un buen equipo, que nos ayude en aquellas áreas en las cuales no se tiene la formación adecuada. Y para eso tenemos que encontrar empleados con título universitario necesario en su área de gestión, pero la mayoría de los que estén a su cargo bastaría con un grado medio de formación para desarrollar su trabajo con eficacia.
Además en caso de necesitarlo, siempre se pueden crear planes de formación específicos que ayuden a adaptarse a la novedades que surjan en su puesto de trabajo. El reciclaje continuo tiene que ser uno de los motores de la empresa para mantener un buen equipo de trabajo.
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