Hace unos cuantos años, antes de la llegada de la mensajería instantánea y los smartphones, los SMS eran uno de los canales favoritos de comunicación. Todo el mundo los utilizaba, también las empresas para relacionarse con sus clientes y para lanzar promociones. Pero con la evolución tecnológica la mayoría de usuarios han acabado por no utilizarlos en su día a día y muchas empresas buscaron otras alternativas en redes sociales o WhatsApp. Pero el SMS ha vuelto a la empresa para quedarse.
Las compañías han descubierto que este canal, que ahora está vacío de ruido de otras conversaciones para sus clientes, que han traslado su comunicación en su mayor parte a la mensajería instantánea, pasa ahora a ser un canal de atención preferente. ¿Cuántos mensajes se reciben a través de WhatsApp a lo largo del día? ¿Y correos? ¿Qué atención les prestan? ¿Y cuántos SMS? Uno o ninguno. Esto hace que para muchos recibir un SMS sea algo que consideran importante y leen inmediatamente.
El SMS marketing ha cambiado un poco. Ya no se trata de envíos masivos, sino seleccionados a aquellos usuarios que quieren recibirlos. Pongamos un ejemplo sencillo. La compra de un producto o la reserva de una mesa en un restaurante. Normalmente nos envían un correo, que muchas veces se pierde en nuestra bandeja de entrada. Si recibimos un SMS con toda la información será mucho más valioso para la mayoría de los clientes. Lo mismo si se emite para recordar una cita con el dentista que solicitamos hace semanas, por ejemplo. Así lo confirman estudios y expertos de marketing.
Una de las grandes virtudes del SMS marketing está en su tasa de apertura, por encima del 98 por ciento. Pero es que además se puede combinar con otras opciones, sacarle partido a su recepción en los smartphones añadiendo enlaces que completan la información recibida si el usuario lo desea.
El principal inconveniente para muchas empresas está en los costes. Mientras que enviar un mensaje por WhatsApp resulta gratuito, el SMS a pesar de haber ajustado sus costes en los últimos tiempos siempre será más caro. La cosa cambia si lo que se mide es el retorno de la inversión, donde aquí ya empieza a salir rentable para las empresas estos envíos.
Por otro lado encontrar los automatismos que lo integren dentro de nuestro canal de venta es una buena alternativa frente a otras opciones como el WhatsApp para empresas que apenas están iniciando su camino. El objetivo final es que el cliente lea la notificación y aquí el SMS tiene una gran ventaja.
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