Siguiendo en la línea del comentarista Fmadra, y que es la que ha dado lugar a esta serie de artículos, hoy quiero hablar de la importancia de que las empresas estén ubicadas en un lugar donde tengan acceso a todos los servicios que puedan precisar, y también en un entorno que les pueda aportar sinergias.
Algunos dirán que los centros de negocios son una buena solución para ello, yo creo que sí, pero que no es a eso lo que me refiero, pues considero que los centros de negocios están más pensados para ayudar a reducir la infraestuctura necesaria para operar en cualquier lugar del mundo, que no para situar a la empresa en un hábitat amigo. Otros dirán que eso se está haciendo por ejemplo en ciudades como Barcelona, donde se apuesta por crear distritos como el 22@, pero yo creo que eso es más bien la evolución lógica de los tradicionales polígonos industriales adaptados a la era del conocimiento, yo hablo de otra cosa.
Aquí quiero hablar tal y como se desprendía de aquel comentario que ha dado pie a este artículo, a la necesidad de que las empresas se encuentren situadas en lugares con servicios a su alcance y su alrededor. Y no en territorios yermos, en polígonos industriales abandonados de la mano del que (dicen) que se encuentra en los cielos, o en distritos muy tecnológicos sí, y muy favorables a crear sinergias también, pero poco integrados en la ciudad y donde tomar un café, ir al banco o visitar la oficina de Correos más cercana puede resultar una autentica excursión.
Cada vez sucede menos, cada vez más las empresas se sitúan en parques empresariales cada vez mejor adaptados, o en lugares integrados en la ciudad (o donde la ciudad se amplia e integra en ellos) con las ventajas que ello aporta, pero sin duda aun queda un trecho por recorrer y es de destacar.
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