La discriminación por edad en el mercado laboral empieza a los 18 años

En una sociedad que envejece a pasos agigantados y, a la vez, está rodeada de mensajes de culto a la eterna juventud, la discriminación por edad en el mercado laboral no deja de ser una paradoja. Pero no nos vamos a centrar en los mayores de 45 años. Lo que se ha dado en llamar edadismo, no deja de ser un problema que afecta a todos los segmentos de edad.

Si partimos de la base de que generalizar está mal y no es justo, veremos que no hay edades para diferenciar a las personas, sino mentalidades. Una persona de 50 años puede proceder de un sector donde Internet haya estado presente, mientras que una persona de 25 años no sepa gestionar una red social más allá de sus momentos de ocio.

¿La pandemia ha ayudado a fomentar el estereotipo de persona mayor igual a débil?

Según un informe de las Naciones Unidas sobre el edadismo en 2021, se calcula que una de cada dos personas en el mundo tiene actitudes edadistas, lo que empobrece la salud física y mental de las personas mayores, además de reducir su calidad de vida.

La respuesta para controlar la pandemia de COVID-19 ha mostrado lo extendido que está el edadismo: en el discurso público y en las redes sociales se han estereotipado a las personas mayores y a los jóvenes.

Pero los jóvenes tampoco se escapan a la hora de tener problemas al acceder a un puesto de trabajo, por lo tanto, quizás la discriminación por edad es algo que afecta al individuo desde que da su primer paso para ingresar en el mercado laboral.

El edadismo, un problema que aparece en cuanto cumples 18 años

No sé qué edad tiene el lector que está frente a este artículo. Pero basta con cerrar los ojos e imaginar su pasado reciente o su futuro a medio plazo. La edad y el sexo también son motivos tanto para encontrar un empleo o para que te rechacen, veamos algunos ejemplos:

  • Jóvenes. A los jóvenes no se les contrata porque carecen de experiencia y probablemente no se comprometan con la empresa.
  • Media edad. A mujeres y hombres en esta etapa tampoco se les contrata porque tienen cargas familiares, hijos que se ponen enfermos y afecta a su producción. En el caso de las mujeres, está la baja por maternidad (lo cual es considerado un problema más que un derecho)
  • Mayores de 50 años. A este tipo de trabajadores no se les contrata ya que no se adaptan bien a los cambios. De hecho, vienen de otras empresas y probablemente sean muy exigentes.

Tras analizar la lista anterior, el término edadismo parece que se queda corto porque en él se engloba cualquier persona que esté en búsqueda activa de empleo. Estereotipos y falsas creencias acompañan desde siempre a jóvenes y mayores. ¿Lo ideal? Valorar a cada persona por su preparación, experiencia y, sobre todo, su mentalidad. Una utopía pero sería lo justo.

¿Es posible alargar la vida laboral mientras se ignora a los mayores de 50 años?

Este mundo lleno de contradicciones presenta una nueva, la de alargar la vida laboral mientras que se cierran las puertas a los 'mayores'. La pregunta del millón es: ¿Qué es ser mayor? La calidad de vida ha mejorado y mujeres y hombres de más de 45 años no se vuelven invisibles de la noche a la mañana, sino que tienen experiencia acumulada y muchos años por delante.

Existe un problema de base y real, algunas empresas discriminan las canas pero, a su vez, la presión social puede influir en personas válidas que compren el discurso de que si no tienes 20 años se acabó el trabajo, la diversión y la vida.

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