
El Kit Digital es una iniciativa del Gobierno de España en el marco de los fondos europeos para impulsar la digitalización de pymes y autónomos mediante ayudas económicas. Este 2025, muchas pymes y emprendedores siguen pudiendo pedir esta subvención.
Estas subvenciones están destinadas a implementar soluciones digitales que mejoren la competitividad y eficiencia de los negocios, abarcando desde la creación de páginas web hasta la gestión de redes sociales, y dependiendo del tamaño de la empresa, los bonos pueden variar entre 3.000 y 12.000 euros. Sin embargo, las estafas se han vuelto algo común.
Prácticas preocupantes
En los últimos meses, se han dado a conocer acciones fraudulentas relacionadas con el programa. De este modo, algunos proveedores (agentes digitalizadores) se aprovechan de la falta de conocimiento de los beneficiarios, ofreciendo servicios de baja calidad o inflando los precios de manera injustificada.
Por ejemplo, se han reportado casos donde se venden ordenadores de gama baja a precios muy superiores a los del mercado, utilizando la ayuda para cubrir estos costes inflados.
Hay más. No son pocas las páginas web o las supuestas acciones de digitalización que, por unas cuantas horas de trabajo, han facturado 2.000 o 2.500 euros. En muchos casos, excluyendo el dominio y el hosting, poniendo este último a nombre del proveedor, con el probable objetivo de controlar o revender la dirección de acceso, sin un diseño personalizado o sin optimización mínima para los motores de búsqueda (SEO).
Todo ello, se vuelve todavía más peliagudo cuando pensamos en las cifras y los presupuestos ya concedidos: 485.000 ayudas por un valor de 2.000 millones de euros.
Para evitar disgustos
Si estamos valorando contratar a un agente digitalizador, vale la pena informarnos adecuadamente en la página del Gobierno (en concreto, Acelera Pyme) sobre la normativa y mínimos exigibles.
Sin embargo, como puntos básicos que tener en cuenta, el proveedor debería ofrecer un dominio a tu nombre y alojamiento por un mínimo de 12 meses, diseño web (la subvención aquí supone 2.000 euros, más que suficiente para un espacio personalizado), una mínima estructura del sitio web, soporte en múltiples plataformas (tablets, smartphones, ordenadores) y SEO básico.
Además, debería permitir un sistema de autogestión de los contenidos, gestión directa del CMS con unos criterios claros de accesibilidad, y soporte y mantenimiento incluidos para el primer año.
En el caso de material (hardware), aquellas microempresas y autónomos (segmento III) que puedan acceder a la ayuda de 1.000 euros por un puesto de trabajo seguro, deberían asegurarse de que el equipamiento cumple con unos requisitos mínimos de procesador, RAM, almacenamiento y sistemaoperativo, entre otras cuestiones, así como contar con serigrafía, emblemas y logos de la Unión Europea, unos requisitos mínimos de soporte y atención y unos mínimos asociados a la ciberseguridad. También se puede incluir software o programas de gestión, siempre que la actividad lo requiera.
Una de las críticas recurrentes a los programas NextGenEU de los fondos de recuperación es, en concreto, los trámites y la excesiva burocracia. En este sentido, la elección de un agente digitalizador de confianza resulta imprescindible para asegurar que los servicios ofrecidos aportan un valor real a tu negocio.
Por todo ello, también es recomendable solicitar referencias, comparar propuestas y exigir siempre que se cumplan los estándares mencionados en los espacios web del Gobierno. De este modo, evitaremos ser víctimas de prácticas fraudulentas.
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