En estos diez últimos años he visto crear, surgir, montar un buen monton de negocios, hay algo común al 80% de las personas que empiezan una actividad empresarial, el afan por conseguir subvenciones. La cuestión, a veces, llega al absurdo pero, por desgracia es así, yo he visto invertir y endeudarse más de lo necesario para conseguir una subvención mayor, sin pensar (o eso espero) que el 50% de ese sobre-gasto lo tendría que asumir el propio empresario.
La mentalidad española es así, conseguir una subvención es un éxito tan grande como que a uno le den un oscar o que le toque la lotería, sin pensar que, en la gran mayoría de los casos, esa subvención lleva implícita una serie de obligaciones que si no somos capaces de cumplir nos obligaría a devolver lo recibido.
Quiero centrarme en las subvenciones a las empresas, ¿realmente son tan útiles esas subvenciones? y, sobre todo, ¿son necesarias, en la manera en que se otorgan ahora? Personalmente, pienso que serían mejor, tanto para las Administraciones que las dan, como para los que las reciben, que el dinero que se destina a las subvenciones tuviera un fin distinto, siempre aplicable al desarrollo empresarial, pero de distinta manera.
No creo que sea útil una subvención a fondo perdido por iniciar una actividad, que obliga a la empresa a mantener su actividad durante un mínimo de 3 años, algo que en la mayor parte de las ocasiones no se cumple y que al producirse el cese de actividad antes de este periodo, obliga a la empresa a retornar a la administración el dinero recibido, cosa harto difícil ya que la empresa no tendrá liquidez para poder devolverlo (por eso cierra). ¿No sería mejor aplicar ese dinero como bonificaciones en impuestos o costes laborales?
He visto pymes que reciben una subvención para el desarrollo de nuevas tecnologías y que contratan la creación de una página web con una tienda electrónica gastando 10 veces más de lo necesario, para luego no actualizar la web en 2 años y, por supuesto, no desarrollar nunca la posibilidad del comercio electrónico.
¿No sería más sustituir esa subvención por bonificaciones fiscales sobre los rendimientos económicos obtenidos por esa aplicación de las nuevas tecnologías? Si lo que se quiere es el fomento de ese tipo de desarrollo tecnológico, apliquemos el recurso del Estado una vez que ese desarrollo sea efectivo.
Además de la dudosa efectividad de las mismas lo que se genera es más el fomento de la mentalidad de buscar dónde puedo sacarle algo al Estado en lugar de un aprovechamiento efectivo de los recursos del Estado para potenciar la actividad empresarial.
En Pymes y Autónomos | Nueva línea de subvenciones para autónomos gallegos
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