No se trata sólo de adquirir los terminales móviles desde los cuales manejar tal o cual aspecto de nuestra empresa, sino que tendremos que tener en mente las nuevas aplicaciones que vamos a adquirir tengan la posibilidad de habilitar programas para su manejo desde terminales telefónicos o tabletas. Imaginaros que tenemos una aplicación de facturación bajo modelo SaaS pero que no dispone de aplicación para el teléfono móvil.
A esto es a lo que me refiero. Debemos cuidar este aspecto a la hora de contratar un nuevo servicio, de manera que nos permita rentabilizar la inversión que hemos realizado para adaptar la empresa a la movilidad y mejorar con ello los procesos productivos. Se trata de hacer que el ROI sea lo más rápido posible a nuestra empresa.
Lo mismo podemos decir de cuando dar el salto. Si nuestra empresa maneja cuatro aplicaciones básicas para el funcionamiento del negocio y de ellas tres están en local sin posibilidad de dar el salto, pues no merece la pena invertir en estos terminales. La movilidad de aplicaciones nos puede dar ventajas comparativas respecto a nuestros competidores pero a la vez implica un cambio de modelo que no es fácil de afrontar.
En mi opinión el paradigma debe afrontarse poco a poco. No hace falta que la movilidad la tengan todos los trabajadores de la empresa ni en todas las aplicaciones. Sin embargo es cierto que a medida que vamos facilitando el acceso a aplicaciones, cada vez serán más los trabajadores a los que tendremos que incluir en dicha funcionalidad.
En Tecnología Pyme | Software en iPad para la empresa: TI Imagen | Nimbuzz