Porque con algunos aspectos siempre tenemos que ajustar bien el hardware que compramos pero pensando que si nos hemos quedado cortos una vez según vaya pasando el tiempo nos ocurrirá lo mismo. En el ejemplo de las copias de seguridad mejor que un disco duro externo para realizar las copias de seguridad podemos buscar un disco duro de red, que tenga varias bahías para poder ir añadiendo discos duros según vayamos necesitando.
El caso de las copias de seguridad es significativo pero no es tan grave como puede ocurrir con un mal dimensionamiento de la electrónica de red, o el caso de una sala que se dimensiona mal y donde estaba previsto que se instalaran tres equipos acaba con cinco equipos o no podemos poner una impresora de red porque no tenemos tomas libres, por ejemplo.
En estos casos siempre tenemos que pensar que las canalizaciones deben tener espacio para añadir nuevos latiguillos de red. No se trata de añadir y preparar la empresa para un dimensionamiento que ahora mismo no tiene, sino ser previsores para el futuro y ahorrar dinero a largo plazo. Porque hay cuestiones que no tienen buen arreglo y al final el coste hace inviable la ampliación.
Quizás el problema esté sobre todo que en las empresas pequeñas pretendemos adoptar soluciones ajustando al máximo el precio. Muchas veces el presupuesto no permite pensar en cómo será la empresa dentro de dos años sino que se apuesta por sobrevivir ahora y al final estas decisiones acaban lastrando el modelo tecnológico de nuestra empresa. Conseguir un buen equilibrio entre lo que necesitamos ahora y lo que necesitaremos dentro de dos años es el reto para muchos departamentos tecnológicos.
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