Si la imagen ocupa mucho, es muy grande, lógicamente tardará más en descargarse y mostrarse. Lo lógico en este caso es reducir el tamaño de la imagen, para que si por ejemplo nos ocupa 500 kb, pase a ocupar 50 kb, y la imagen descargue antes y se muestre mucho más rápido. El problema es que una reducción del peso de la imagen, si queremos que siga teniendo las mismas dimensiones se consigue a costa de reducir la calidad de la misma.
Y conseguir el equilibrio de las imágenes entre calidad y tamaño es lo que tenemos que cuidar. Si nuestra página la ha creado un diseñador web, será éste quien se ocupe de estos aspectos. Nosotros ya le hemos pasado las imágenes de nuestra empresa y las habrá optimizado para su uso en la web. Sin embargo si somos nosotros los que gestionamos la web con un gestor de contenidos, por ejemplo, es algo que debemos tener en cuenta.
Por último otro aspecto muy importante que debemos cuidar con las fotografías es la imagen corporativa. No se trata de tener un book de prensa, pero si cuidar un poco este aspecto y dedicar una tarde a realizar las fotos de nuestra empresa con un poco de cariño. A veces tenemos que asistir a ferias, exposiciones, eventos, etc. donde se requiere una imagen de alguien de nuestra empresa. Pero también en redes sociales en las que participa nuestra empresa.
Si no tenemos nada a mano al final acabamos utilizando cualquier foto, y al final nos representa como empresa. La foto que teníamos para el currículo o lo que es peor, de las vacaciones... Lo mismo podemos decir de las fotos que añadimos a directorios de empresas o a Google Maps, tanto de nuestra empresa como de nuestro equipo. Todos estos detalles también cuentan para afianzar la confianza en nuestra empresa.
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