Porque de esta manera mantenemos en distintos planos nuestra vida privada y nuestra vida laboral. Y más ahora que el teléfono móvil es cada vez más una extensión de nuestro ordenador y por lo tanto, al igual que no debemos mezclar vida personal y profesional en un equipo, lo mismo podemos decir del teléfono. Porque si queremos mostrar una foto a un cliente no tiene por qué ver la última foto que nos hicimos en la playa o en la comida familiar de turno.
Lo mismo con las aplicaciones. Si utilizamos aplicaciones profesionales mantengámoslas alejadas de las personales, no mezclemos en el mismo plano una aplicación para visualizar nuestro correo electrónico con una en la que recibimos noticias deportivas de nuestro equipo favorito o nuestra red social favorita. Por todo esto muchos autónomos y trabajadores que tienen dos teléfonos acaban por seguir manteniendo ambos terminales.
Y además está el tema de los horarios. En muchos casos parece que no existen, y el teléfono de empresa puede sonar en cualquier momento. Hay veces que se debe contestar, otras que no. Mantener los dos teléfonos da autonomía en este aspecto. Sabemos que a partir de cierta hora el teléfono principal es el personal y el corporativo o de empresa pasa a segundo plano.
Por supuesto, si es un teléfono que devolveremos, eliminar todo rastro de información personal del mismo. Si tenemos la posibilidad de poder incorporar tarjetas de memoria siempre podremos almacenar toda la información privada en esta tarjeta, pero igualmente compartiremos contactos privados y de trabajo en la libreta de direcciones. Por eso cada uno debe buscar la forma de trabajar con un teléfono y dos líneas o dos teléfonos, pero en todo caso mantener separadas vida personal y laboral.
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