Por eso para que el tiempo de desarrollo y creación de la página sea lo más ajustado al planeado debemos trazar un plan previo en el que ya hemos tomado gran parte de las decisiones, como puede algo tan sencillo como el color de la misma. Y esto será independiente de si la web la vamos a realizar nosotros mismo o contamos con una empresa externa o un diseñador.
Al final tenemos que tomar decisiones, aunque a veces no estemos convencidos de las alternativas, llega el momento de decidir, de elegir la menos mala de las opciones, para que la página esté en el aire lo antes posible. Más todavía en el caso de una tienda online, donde tiempo de retraso implica que estamos perdiendo dinero.
Después ya tendremos tiempo de ir puliendo detalles, de trabajar en el backoffice de la página o incluso montar un desarrollo paralelo, en casos extremos, que resuelva todos los impedimentos que no nos gustan y con los que no nos hemos sentido cómodos.
Lo importante es saber que con la puesta en marcha de la página no acaba el trabajo, sino que es sólo un hito de desarrollo del proyecto, que debemos seguir añadiendo características, trabajando en el posicionamiento, marketing y esto muy posiblemente signifique retoques de diseño.
Lo curioso es que las empresas, que están acostumbradas a decidir constantemente en otros ámbitos, no siempre están dispuestas a tomar decisiones en su puesta en marcha online, pero también en otros aspectos que tienen que ver con la tecnología parece que les cuesta mucho más de lo que sería recomendable.
En Tecnología Pyme | Cinco tendencias en el diseño de páginas web para 2014 Imagen | Jeffrey Zeldman