Es como intentar contestar qué fue primero, si la gallina o el huevo. ¿Qué hacemos primero una página web que reciba visitas y después lanzamos la tienda online? La otra opción es lanzar la tienda online y tratar de captar estas visitas. Es complicado dar un número concreto, pero podríamos decir que si tenemos menos de 1.000 visitas diarias será complicado hacer rentable nuestra tienda online, aunque todo depende de la tasa de conversión.
La tasa de conversión se sitúa alrededor del 2%. Si estamos más bajos, tenemos algún problema que mejorar y si estamos por encima lo estamos haciendo muy bien. Eso significa que de las 1.000 visitas que recibimos, nos compran 20 personas al día. Depende mucho del pedido medio que nos hagan. No es lo mismo que sea de 10€, que de 100€ y el margen con el que jugamos.
De esta manera esos 20 clientes que compran, si nos dejan un beneficio medio de 5 euros por pedido, por poner una cifra a modo de ejemplo, nos supondrán 100€ al día. Llevada la proyección al mes, nos supondrán unos ingresos de unos 2.500€ si tenemos en cuenta que los fines de semana baja el tráfico. De aquí tendríamos que descontar nuestro presupuesto para marketing online o mantenimiento y optimización de la tienda online.
Para mejorar la tasa de conversión intervienen múltiples factores, entre ellos uno de los más destacados es la velocidad de carga. Si la tienda carga rápido, tenemos mucho ganado. Muchas tiendas se obsesionan con mejorar el número de visitas, pero se olvidan de la optimización de la tasa de conversión, (CRO) que puede aumentar de forma considerable sus beneficios. Lo mismo ocurre con el aumento del pedido medio. En ambos casos no implican inversiones tan potentes y los resultados son igual de buenos que un aumento de tráfico.
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