Aunque parece ser que en otros países es un equipo destinado en principio a la educación, lo cierto es que por sus características el Dell Latitude 2100 puede ser un ordenador portátil interesante para muchas pymes de nuestro país. Desde la compañía así lo entienden y lo ofrecen dentro de su sección de productos para la pequeña y mediana empresa como “subportátil” básico, un equipo de entrada para usuarios que no busquen grandes prestaciones.
Por el tamaño de su pantalla, diez pulgadas, lo podríamos clasificar como ultraportátil, un buen complemento para un equipo de escritorio adecuado para un uso ocasional fuera de la oficina, con un procesador Intel Atom de 1’60 GHz, 1 GB de memoria RAM y varias opciones de disco duro donde elegir, con un peso de salida con la batería de menor capacidad de 1’32 Kg.
Algunos aspectos curiosos de este modelo, que no son demasiado habituales entre los equipos para empresas de Dell, son la posibilidad de elegir entre pantalla táctil y normal, escoger el color de la carcasa y las opciones en cuanto al sistema operativo instalado, ya que disponemos de Linux (Ubuntu en este caso) y, atención, Windows XP Home, sistema no demasiado habitual en equipos dirigidos al mercado profesional, pero bueno…
En todo caso es un equipo “ajustado”, con pocas prestaciones y adecuado para los usos que comentaba en el segundo párrafo, y con un precio acorde a sus características, 279 euros para el modelo con Linux y 349 para el que lleva Windows XP. Entiendo que resultan atractivos por precio y tamaño, pero excepto para casos muy concretos sigo sin ver las ventajas de este tipo de equipos frente a portátiles algo más avanzados con teclados y pantallas más confortables para trabajar, mucho más versátiles y aprovechables en mayor número de situaciones.
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