Pongamos el caso de una empresa que se dedica a la venta minorista. Sus productos los compra a un proveedor, que en su página para clientes ya tiene una serie de descripciones de los mismos. ¿Quién mejor que el propio fabricante para describir su producto? Y lo que hacemos es trasladar esta información a nuestra propia web.
Copiamos descripciones de los fabricantes
Y esto puede ser un error, puesto que Google, si detecta que nuestro contenido no es nuevo, no aporta nada al cliente, penalizará nuestro posicionamiento. Por eso, aunque utilicemos el contenido base del fabricante, como podrían ser sus características técnicas, en partes como la descripción debemos poner parte de nuestra experiencia y hacer nuestro el producto.
Se trata de traducir a nuestro lenguaje, el mismo que utilizamos para vender este producto en la calle a un cliente, a la página web. Tenemos que ser capaces poner nuestra experiencia en la venta directa de dichos productos al usuario final en dichos textos, ya que el distribuidor no tiene ese feedback que a nosotros nos aportan los clientes finales.
Por supuesto, la renovación de nuestros productos es clave. Tenemos que ir sacando de la web los productos que hemos dejado de tener disponibles y también ir añadiendo los nuevos. Esta cuestión es clave a la hora de dar la vitalidad necesaria a nuestros contenidos.
Marketing de contenidos en la web de la empresa
Esto es sólo un pequeño ejemplo, pero que muchas páginas utilizan a la hora de crear sus páginas web, y luego no están posicionando como se esperaban. Por supuesto luego si nosotros deseamos podemos intentar avanzar en el posicionamiento creando contenidos para ello. Se trata de tener una sección en nuestra web, de noticias, consejos, etc. donde vamos añadiendo nuevos artículos.
El objetivo de estas secciones es que el contenido sea de utilidad para los clientes, para que tenga la mayor visibilidad posible. Aquí muchas empresas tienen sus dudas, puesto que muchas veces se trata de ofrecer experiencia que se ha adquirido con los años y es un valor de la que la empresa no quiere desprenderse.
Pero siempre podemos dar pequeños trucos, o soluciones que puedan realizar los propios clientes, pero ofreciendo siempre contactar con nosotros si no consiguen resolver su problema. De esta forma, el cliente puede probar por si mismo, aunque siempre tiene nuestra experiencia a su servicio para resolverlo de manera más rápida.
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