En este caso se trata siempre de dimensionar adecuadamente el equipo que nuestra empresa necesita. Saber el coste que puede tener un día o una hora de parón en nuestra empresa y en función de estas características decidir el nivel de inversión al que estamos dispuestos a llegar en nuestra empresa. Ya hemos revisado algunos aspectos para saber si tenemos que buscar un servidor de rack o exento, y en los cálculos que realizaremos vamos a optar por evaluar el coste de un servidor exento.
Comencemos por elegir un equipo básico, para una empresa pequeña, que requiere de un servidor, pero que estar un día parada porque le ha fallado un disco duro del servidor o la fuente de alimentación del mismo no le supone un grave quebranto. En nuestro caso vamos a ver dos configuraciones tipo que puedan servir para las pymes, empezando por la más básica y luego una configuración media.
Configuración básica
Para el caso de empresas que no pueden hacer grandes inversiones y necesitan un servidor para su trabajo y desarrollo. Utilizaremos la configuración básica de hardware para un servidor, con un procesador de cuatro núcleos Intel Xeon X3430, 4 GB de memoria RAM, y dos discos duros de 500 GB configurados en RAID 1.
Todo esto junto con la configuración básica de hardware que no tiene redundancia de algunos componentes, como puede ser de fuente de alimentación o de tarjeta de red, que nos ayude a tener continuidad ante algún problema en nuestro negocio. Añadiremos un dispositivo de copias de seguridad en cintas para realizar el backup de nuestros datos en este dispositivo.
Esta configuración la podemos encontrar desde unos 1200 euros más o menos, IVA incluido. La variación en el precio dependerá un poco del fabricante elegido, o de las características básicas del servidor. En el caso de servicios críticos yo elegiría equipos de marca reconocida que tengan soporte y repuestos para poder seguir trabajando en caso de tener un problema.
Podemos encontrar servidores más baratos o limitar algo las configuraciones, pero hay que tener cuidado. Si necesitáis ahorrar en este apartado hacerlo en cuestiones que sean fácilmente ampliables, como puede ser el caso de tener sólo un disco duro o menos memoria. La verdad es que en el caso del servidor es mejor pecar por exceso que por defecto y será mejor invertir un poco más y partir con 4 GB de memoria que ahorrar 100 euros y comprar un equipo que sólo tiene 2 GB, por ejemplo.
Configuración media
Para el caso de empresas que busquen montar un servidor que les garantice el funcionamiento de su negocio buscaremos una opción más avanzada. Utilizaremos la configuración media de hardware para un servidor, con un procesador de cuatro núcleos Intel Xeon 3470, 8 GB de memoria RAM, y cuatro duros de 500 GB configurados en RAID 5.
Si buscamos un sistema de estas características lo lógico es optar por redundancia de hardware, por ejemplo, contando con una fuente de alimentación adicional, y una segunda tarjeta de red. Toda esta configuración la podremos encontrar dependiendo del fabricante entre 4000 y 5000 euros, IVA incluido.
Aunque partimos de una configuración base algo más avanzada que en el caso anterior, lo que más nos aumenta el precio son las configuraciones que aplicamos para que nuestro negocio no tenga que parar en caso de fallo de algún componente, como es el caso de la configuración de los discos duros en RAID 5 o la segunda fuente, además de el aumento de memoria RAM o un procesador de mayor frecuencia y capacidad.
Buscar un hardware potente y fiable para nuestro servidor puede suponer un ahorro, puesto que como hemos visto, las opciones de instalar varios servidores virtuales en una sola máquina física abaratan costes, no sólo de hardware, sino que también en la factura eléctrica de vuestra empresa. Un sistema de estas características significará que el crecimiento de nuestro negocio no se vea limitado.
A partir de aquí podemos conseguir máquinas más potentes y más caras, con altas prestaciones, que aumentarían el precio bastante. A la hora de elegir tenemos que buscar un equilibrio entre la capacidad de inversión de nuestro negocio y las necesidades del mismo. Pensar en el crecimiento futuro y no crear cuellos de botella en la configuración del servidor. Si es un servicio crítico para nuestro negocio, tratémosle como tal y no escatimemos en medios en la medida de nuestras posibilidades.
En el siguiente post de la serie revisaremos la configuración del software del servidor, empezando por el sistema operativo, que en este caso no hemos considerado y no está incluido en el precio. Veremos las distintas opciones que tenemos a nuestra disposición y qué coste supone para nuestras empresas.
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