En primer lugar porque a pesar de ser un vídeo muy corto, es necesario un mínimo de conocimiento, y a no ser que alguien en nuestra empresa sea aficionado y tenga dichos conocimientos previos será complicado que obtengamos un vídeo con una mínima calidad necesario para publicar y que cumpla con su objetivo.
En segundo lugar porque hay que ser muy creativo. El microformato es muy de ir al grano, algo que no está al alcance de todo el mundo. Es necesario tener las ideas muy claras, por lo que se necesita tener muy claro el mensaje que queremos difundir y un trabajo previo. No porque el vídeo sea corto significa que tenemos poco trabajo, sino más bien al contrario.
Quizás grandes marcas puedan marcar el camino que puede explorar después la pyme, pero el vídeo siempre ha sido un formato complicado para la empresa. Se puede aprovechar en videoconsejos, screencast, etc. pero para vídeo de calidad siempre es recomendable acudir a empresas externas.
Lo que si creo es que se podrán encontrar empresas que nos ofrezcan estos microvideos a un precio muy asequible, puesto que una vez que se domina todo el proceso, crearlos no es complicado y si se les puede sacar partido para promocionar determinados productos.
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