Elige un portátil para tu empresa


A lo largo de esta semana he publicado una serie de recomendaciones sobre el ahorro energético y cómo podemos ahorrarnos un poco de dinero en nuestra factura eléctrica. En uno de éstos, analizando el hardware, se observaba que un equipo portátil consume entre un 50 y un 70% menos de energía. A partir de aquí, me pregunto si no sería ya hora de abandonar los equipos de sobremesa en función de los portátiles.

Seguro que muchos de vosotros tenéis claro cuales son vuestras preferencias a la hora de elegir el tipo de equipo con el que queréis trabajar. Para algunos el sobremesa es la mejor opción por su facilidad de ampliación y precio más asequible. A veces necesitamos un equipo con una tarjeta gráfica potente y en este aspecto las mejores soluciones nos las brindan los equipos tradicionales. Además, por lo general compramos sólo una parte, es decir, aprovechamos el monitor que tenemos y cambiamos sólo la torre.

Pero es que la mayoría de los equipos de nuestra empresa no se amplían, como mucho se le aumenta la memoria o el disco duro, y no todos necesitan una tarjeta gráfica de última generación. Con el abaratamiento de los portátiles y su mejora de prestaciones hoy en día podemos prescindir de nuestro viejo ordenador de sobremesa. En el caso de tener que renovar equipos o tener que adquirlos nuevos yo desde luego no me lo pensaría.

El precio de los portátiles es un poco superior, pero nos ahorraríamos unos 40 euros anuales en consumo eléctrico, que multiplicados por 5 años de vida del ordenador de promedio nos darían unos 200€ que compensan el sobrecoste de este tipo de equipos. Conseguiremos unos escritorios más limpios, con menos cables por medio, sin teclado ni ratón. Únicamente tendremos dos cables, el de alimentación eléctrica y el de red, siempre que no nos conectemos vía inalámbrica.

Con un equipo de sobremesa siempre tenemos dos cables de alimentación, PC + monitor, teclado, ratón, altavoces (si no van integrados en el monitor), el cable de imagen del monitor a la torre y el cable de red. Por mucho que lo organices al final acabas, por lo general, con una maraña si no eres muy cuidadoso. Otra cuestión es la del ruido ya que, generalmente, los equipos portátiles son más silenciosos que los sobremesas en condiciones normales.

Por supuesto la movilidad es un punto en el que no se puede establecer una comparación. No digo que con los equipos portátiles cada uno deba llevarse el ordenador a casa, pero en caso de necesidad si puede hacerse o en caso de tener que realizar una visita a un cliente o, simplemente, si tenemos que cambiarnos de puesto dentro de la misma oficina el traslado será mucho más ágil.

El único pero que puedo ponerles a estos equipos se refiere a la comodidad. Si en tu trabajo tienes que introducir texto constantemente o usar frecuentemente el teclado numérico este tipo de equipos finalmente resultan incómodos. Incluso si no se usan con determinadas precauciones pueden generar problemas de ergonomía, pero esto sólo ocurre si la postura no es la correcta y no es nada que no se pueda solucionar con un soporte para portátiles.

Nuestra empresa tendrá una imagen de mayor modernidad con los equipos portátiles, de eficacia en la gestión, de desplazamiento hacia el entorno del cliente cuando sea necesario. Si actualmente muchas de las grandes empresas están dotando a sus empleados de este tipo de dispositivos, por qué no pueden hacerlo las pymes.

Foto | rob_oter0

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