Y es que en este caso el dicho de "lo barato sale caro" puede cobrar todo su sentido. En primer lugar, sea cual sea la elección, lo primordial bajo mi punto de vista es que tanto uno como otro sean modulares, es decir, si en un principio elijo un NAS pero un año después necesito un servidor, que el primero pueda incorporarse al servicio que me prestaría el segundo o al contrario si mi elección fue el servidor.
En primer lugar, hay que dejar a un lado diferencias de precio. Bien es cierto que un NAS puede salir algo más barato que un servidor y por lo general a igualdad de precio nos dará mayores capacidades de almacenamiento, pero también es verdad que el servidor nos ayudará a gestionar de una forma centralizada nuestra empresa, y además nos permitirá implementar soluciones en base a las características de un servidor que un NAS no permite.
Si elegimos un servidor tener en cuenta que tendremos que ponerle un sistema operativo, y por lo general esto aumentará el precio, a no ser que optemos por una solución Linux, muy populares últimamente por tener un coste menor ya que por lo general sólo pagas por el soporte. Un NAS son más fáciles de gestionar y generalmente no se necesitan conocimientos avanzados para poder manejarlos.
Cuando en nuestra empresa seamos más de cinco o seis usuarios es conveniente utilizar un servidor para intentar tener bajo control los datos así como aplicaciones críticas y bases de datos, servidor web, correo u otras opciones que nos permite un servidor. Aunque alguna de estas opciones la podremos encontrar en algún NAS, y es que la frontera entre lo que hoy en día es un servidor de bajo perfil y un NAS de perfil alto dada día es menor y la línea se desdibuja rápidamente.
Lo fundamental es saber en que punto está vuestra empresa. Si pensáis que en un par de años se va a experimentar un crecimiento o necesitáis una mejor organización lo mejor es pensar en una solución de servidor, aunque sea de perfil bajo cuyo coste podemos encontrarlo en torno a los 600 euros, aunque siempre es mejor un perfil un poco más alto con redundancia de hardware ya que aquí alojaremos las parte más importante, tecnológicamente hablando, de nuestra empresa.
Si por el contrario símplemente necesitáis centralizar la información y realizar copias de seguridad en un dispositivo externo vuestra opción es el NAS que podemos encontrarlos desde 200 euros, con distintas capacidades y también distintas funcionalidades. Los de alto nivel suelen incluir la opción de montar discos en configuración RAID y dos entradas de red así como varias USB. Así que analizar bien cuales son vuestras necesidades, tanto las presentes como las futuras y así tendréis todos los elementos en cuenta para tomar la decisión correcta.
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