Ya hemos comentado muchas de las cosas que a partir de ahora pueden pasar con los equipos que siguen utilizando este sistema, con lo que respecta a la seguridad o las razones que impiden o hacen que la empresa no valore el cambio a un sistema operativo más moderno.
Lo cierto es que todavía seguiremos viéndolos en las empresas, por lo menos un lustro más, aunque no sean más que en un rincón, con una aplicación que no se pudo migrar, a pesar de que otras opciones para correr estos programas o sistemas virtualizados sena una ayuda para no tener que dejar un terminal perdido por la empresa.
Y más todavía con gobiernos cerrando acuerdos a última hora con Microsoft para no dejar sin soporte a sistemas críticos de sus administraciones. Si muchas veces pensamos que lo dejamos todo para el final, está claro que no somos los últimos en pensar en el cambio y no todo es tan sencillo como migrar a un sistema más moderno.
Pero también con Windows XP se marcha otra aplicación ofimática muy utilizada en la empresa, Office 2003, la última que tenía la interfaz clásica, ya que con 2007 se cambió a la Ribbon que a partir de aquí siguieron las versiones de 2010 y 2013. En todo caso, las empresa suele prestar menos atención a la renovación de esta aplicación, que para la mayoría seguirá siendo útil durante bastante tiempo más.
Sobre todo porque aquí si que no hay nada claro un retorno de la inversión por migrar a una versión más moderna, a no ser que se necesiten las opciones colaborativas y de trabajo en la nube que incorpora Office 2013, a pesar de que las versiones más modernas pueden ser más intuitivas en el manejo, para la mayoría de los empleados que trabajan con Office 2003 no dejarán de sufrir una merma en su productividad durante la curva de aprendizaje.
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