Creo que esta es la clave está en la compatibilidad con los programas de escritorio. Utilizamos una tablet de estas características, para aquellos usuarios que necesitan dispositivos táctiles, pero tienen que trabajar con los programas de gestión empresariales que utilizarían en un portátil. Por ejemplo, podemos trabajar con nuestro ERP, Microsoft Office o nuestro software de gestión de clientes. Cuando necesitamos el formato tablet, para consulta o para la supervisión de documentos tenemos el manejo táctil y todo lo que se espera de un dispositivo de este tipo.
Un dispositivo de complicado encaje en la empresa
En este punto tenemos que detenernos en la solución que ha preparado Microsoft para utilizar los programas pensados para el escritorio por medio de un stylus, lo cual es de gran ayuda para ganar precisión. De todas formas, una de las críticas que ha recibido es su peso, 900 gramos y grosor, 1,34 cm., lo que unido a su tamaño de pantalla de 10,6", lo hacen más incómodo para tener en la mano que un tablet convencional.
Sin embargo, una de sus virtudes es que cuando necesitamos trabajar introduciendo datos, tenemos la posibilidad de hacerlo a través de los dos teclados que nos ofrece el modelo, el primero de tipo cover, que nos sirve también de protección u otro un poco más robusto. En ambos casos no incluyen batería extra, algo que le vendría muy bien al dispositivo, puesto que la batería es uno de sus puntos débiles, quedándose en unas escasas 4 horas.
El otro punto flaco es el espacio disponible. En un dispositivo de 64 GB nos quedan poco menos de 30 libres para almacenar datos. Algo que no debe preocupar tampoco puesto que en las empresas los discos duros suelen ser pequeños y la información se guarda de forma centralizada en el servidor. Además tenemos posibilidad de ampliar con tarjetas extraíbles SD o conectar discos externos a través de su puerto USB.
El precio de este dispositivo se sitúa sobre los 900$, sin incluir teclado, para el modelo más básico. Un precio de equipos de gama alta, que sin duda hace que su adopción no sea masiva en las empresas. Con estos precios los portátiles de gama media seguirán dominando la movilidad y sólo en casos excepcionales se apostará por estos dispositivos.
Además, uno de los incentivos que tienen las tablets que vienen con la versión de Windows RT, venir con una versión de Office ya disponible, no está presente en la versión profesional, que si quiere Office 2013 o versiones anteriores tendrá que pagar licencia si no tenemos licencias, algo complicado de entender para muchos de nosotros.
Otras alternativas en el mercado
Lo cierto es que no acabo de ver este dispositivo en las empresas. Más cuando hay alternativas en el mercado, de otros fabricantes, que nos abren un buen abanico de posibilidades. Equipos con Windows 8 Pro y procesadores de bajo consumo que nos dan hasta 10 horas de batería, por ejemplo, incluso a un precio más atractivo.
Lo cierto es que son dispositivos adecuados para usuarios de alta movilidad en las empresas, pero que a la vez utilicen aplicaciones propias a las que deban estar conectados o necesiten hacer uso de programas que no están disponibles en otros modelos de tablets. En este sentido, si son una solución, pero su impacto en el mundo de la empresa, tanto para la Surface, como para otras alternativas, será minoritaria.
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