El problema sigue latente, sobre todo en lo que se refiere a los applets autofirmados, cuyo cambio ha sido más estético, cambiando ligeramente los mensajes que lanzan, que efectivo, en lugar de bloquearlos por completo por defecto y que sea el usuario el que decida habilitarlos en su caso.
Por otro lado muchas empresas que tienen aplicaciones propias que usan Java o que se relacionan con la administración necesitan determinada versión instalada en sus equipos y muchas veces con la actualización no funcionan de la manera esperada. Es cierto que no debería ser así, pero he visto como esto ocurría desde una aplicación de firma con certificado, por ejemplo.
La parte positiva es que la dependencia tecnológica de Java cada vez va a menos, en parte por los problemas de seguridad que ha mostrado. También es cierto que se está trabajando para mejorarlo, pero una parte de la mejora supone una pequeña pérdida o incomodidad para los usuarios y los applets autofirmados.
Vía | Hispasec En Tecnología Pyme | ¿Puede la empresa prescindir de Java?