Y es que se verán beneficiados no sólo en la mejora del ancho de banda, ahora fijado el mínimo en 1 Mbps, sino que también en los precios debido a los menores costes de la infraestructura. En un reciente estudio de Brattle Group en Estados Unidos asegura que se pueden ahorrar de 1.000 a 7.500 dólares por hogar conectado usando la tecnología inalámbrica. Está claro que este tipo de estudios tenemos que cogerlos con pinzas a la hora de trasladarlos a nuestro país pero a la hora de que las operadoras calculen su retorno de inversión cuentan, y mucho. La gran perjudicada en todo este asunto es la fibra óptica, que una y otra vez vemos como se va retrasando el despliegue de esta tecnología hasta el hogar, siendo hoy en día todavía residual en su implantación. Con ello uno de los principales damnificados está siendo la velocidad de subida, dado que tecnologías DSL apuestan por seguir con una marcada asimetría y potenciar más la velocidad de descarga.
En este aspecto hemos de tener en cuenta que la banda ancha móvil si nos ofrece una buena velocidad de subida, en muchos casos mejor que la que nos proporciona la ADSL, pero tiene el inconveniente del despliegue. Todavía no está terminado y por lo tanto en muchos sitios no está disponible. Las tecnologías HSPA+ nos ofrecen velocidades de hasta 21,6 Mbps teóricos de bajada y lo que es mejor de 5,7 Mbps de subida.
Si a esta opción le añadimos el fin de las restricciones en las tarifas de datos, pues tenemos una alternativa solvente a la línea ADSL. Si podemos acceder a este servicio en nuestra ciudad desde luego es una buena alternativa a la hora de planificar nuestras comunicaciones. Es sobre todo una alternativa interesante para pequeñas empresas y autónomos, aunque se puede considerar también como una opción de backup a nuestra banda ancha tradicional.
Vía | Blog CMT En Tecnología Pyme | Movistar y Vodafone entran en guerra por el HSPA+ Imagen | Miniyo73