Si tenemos en cuenta la distribución de los servidores que ya hace años que no tienen soporte, que muchos de ellos soportan múltiples vulnerabilidades sorprende que todavía sigan sirviendo para dar alojamiento a páginas web o servicios webs, en muchos casos de la propia administración. Más todavía cuando en Linux y para este cometido hay soluciones muy solventes que podemos poner en producción sin demasiados inconvenientes.
Por lo que respecta a la seguridad el problema lo podemos tener si se utiliza nuestra web para infectar a nuestros visitantes, ya sea por una inyección de código o cualquier otro método. De poco servirá tener una web actualizada y segura si el servidor tiene agujeros de seguridad conocidos y no solucionados. Esto por no hablar del robo de datos de tarjetas o similares si tenemos una tienda online.
Lo cierto es que cuando contratamos un alojamiento web en muchos casos no se tiene en cuenta las características del servidor donde se aloja, simplemente nos fijamos en que el precio sea lo suficientemente atractivo, y lo cierto es que luego podemos pagar las consecuencias muy caras, tanto en lo que se refiere a la seguridad de nuestra página, pero también en otros aspectos.
Empezando por el cumplimiento de la LOPD y los requisitos que debemos cumplir, donde mejor que los centros de datos cumplan con todos los requerimientos que nos exige la ley, pero también que se alojen dentro de la UE, si no queremos llevarnos alguna sorpresa con reclamaciones o disputas jurídicas.
Y además podemos penalizar en el SEO con la velocidad de carga de nuestra página, puesto que aquí no todos los alojamientos web nos van a dar las mismas características y en muchos casos penalizamos en este aspecto, que es importante a la hora de medir la calidad de nuestra página y por lo tanto, un pequeño ahorro, puede provocar que tengamos que gastar mucho más en la optimización de SEO.
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